OLIUS
En vigor la regulación en la Llosa y Sant Ponç de actividades lúdicas
Limitan el baño, la navegación y otros usos para proteger su entorno natural
Los planes de usos recreativos de los embalses de Sant Ponç y la Llosa del Cavall ya están en vigor. El consell del Solsonès los aprobó de manera definitiva tras más dos años después de su redacción. La señalización de las zonas de baño con balizas y la restricción temporal del acceso motorizado, además de limitaciones de velocidad para las embarcaciones que naveguen en ellos, son algunas de las medidas que contempla la nueva normativa, que regula también el senderismo y otras actividades lúdicas en el entorno de los embalses.
En el caso de la Llosa del Cavall, el documento prohíbe el baño en la zona de la cola de Guixers hasta el puente de Valls, en la rasa de Vilamala y en la zona de la cola del Monegal por interés natural. En cuanto a Sant Ponç, queda limitado el baño en la zona de los Golorons. También queda prohibido el baño para los perros en las zonas donde esté señalizado.
Se restringirá el acceso motorizado a los caminos hasta los embalses en verano y Semana Santa
En la misma línea, los planes de usos prohíben la acampada, ya sea con tiendas, furgonetas o elementos similares, mientras que la pernoctación al aire libre queda limitada a excursiones o travesías, en grupos reducidos y solo en horario nocturno. La circulación motorizada también se verá limitada del 15 de junio al 15 de septiembre y durante la Semana Santa en los caminos que lleven a los pantanos. En cuanto a la navegación, si las embarcaciones tienen más de 2,5 metros de longitud, los usuarios estarán obligados a limpiar y desinfectar sus naves, mientras que deberán abonar a la Agència Catalana de l’Aigua una tasa administrativa anual.
Alegaciones al plan de Sant Ponç demoraron su aprobación
Los planes de usos recreativos se han llevado a cabo a través de un exhaustivo proceso que ha durado más de dos años y en el que han participado el consell, la ACA y los ayuntamientos de Sant Llorenç de Morunys, Navès y Guixers, por un lado, y los de Olius, Navès y Clariana de Cardener por el otro. En el caso del plan de Sant Ponç, recibió varias alegaciones, lo que demoró su tramitación. Ambos han tenido un coste total de 84.700 euros, financiados por la ACA, el patronato de turismo del Solsonès y los consistorios que tienen estas infraestructuras en sus términos municipales.