Éxito de ventas en una Fira del Torró de Agramunt muy concurrida de visitantes

Las altas temperaturas del fin de semana, con termómetros por encima de los 30 grados, no afectaron a las ganas de dar el inicio a la campaña de Navidad con la compra de los primeros turrones. De hecho, la 34 edición de la Fira del Torró de Agramunt cerró anoche con gran éxito tanto de ventas como de visitantes.

Las altas temperaturas no afectaron las ganas de dar el inicio a la campaña de Navidad con los primeros turrones y chocolates de la temporada. Esta es la principal conclusión de los ‘torronaires’ de Agramunt que ayer hicieron un balance muy positivo tanto de ventas como de visitantes de la 34 edición de la Fira del Torró de Xocolata a la Pedra, que se celebró con récor de temperatura, los termómetros se llegaron a enfilar por encima de los 30 grados.

A pesar del fuerte calor, las ventas no bajaron, se mantuvieron o incluso aumentaron en algunos casos respecto al año pasado. Lo que sí que han notado los ‘torronaires’ es un cambio de tendencia en el consumo, en esta feria se vendieron más novedades y menos turrones tradicionales para los que los consumidores se reservan de cara a las fiestas navideñas. Àngel Velasco de Torrons Vicens aseguró que “estamos muy contentos por la respuesta del público con las diez novedades que hemos presentado, entre las que hay el turrón de Chupa Chups de fresa con nata, que está gustando mucho, el turrón de jamón o bien las propuestas ideadas con Albert Adrià: el turrón de mazapán de mandarina y yuzu o el turrón de nata nueces”. En cuanto a las ventas, “a pesar del calor y que algunos ven la Navidad más lejos, la gente ha respondido porque espera con ganas la feria”. Según Velasco, “los turrones tradicionales nunca faltan en las mesas pero cada vez los clientes quieren sorprender a sus familias con las novedades más llamativas”.

Por su parte, Àngel Jubete, de Virginias, reconoció que “pensábamos que el calor sería un problema pero no ha sido así, la gente tiene ganas de salir y más con este buen tiempo, hecho que ha favorecido a la afluencia de público y a las ventas, la gente ha comprado turrones como un postre habitual, más allá de Navidad, si bien es cierto que para los tradicionales se reservan más de cara a las fiestas, y ahora nos piden los bombones grandes y las novedades como el turrón Umami Cacao con cremoso de chocolate, pulpa de cacao y crujiente de nibs, con forma inspirada en el grano de cacao”. Zoe Valero, de Torrons Fèlix, hizo una valoración “muy positiva: la gente espera la feria y tiene ganas de comer turrones”. A pesar de ello, dijo que en esta ocasión los clientes compraron más rápido de lo habitual y dieron menos vueltas en el interior de los pabellones por el calor. Para Robert Roig, de Torrons Roig, “las ventas han ido muy bien, hemos registrado más que el año pasado”. Entre las muchas de sus creaciones había el turrón del centenario que la firma celebró el año pasado.

En cuanto a los visitantes, la directora de la Fira, Tamara Lombardo, destacó que “el buen tiempo ha propiciado que la afluencia de público fuese un éxito ya que la gente tenía ganas de salir”. Calculan que entre 25.000 y 30.000 personas visitaron el certamen. Asimismo, en cuanto a las degustaciones en las diferentes aulas, Lombardo explicó que “prácticamente todas las sesiones han colgado el cartel de completo, hecho que demuestra que están conoslidadas”. En esta ocasión fueron a cargo, entre otros, de Miquel Guarro, Rafa Delgado, Lluc Crusellas y Libertad Santiago.

Se consolida el nuevo espacio de la feria en la plaza del Mercat

En esta edición se consolidó el nuevo espacio de la Fira del Torró que se estrenó el año pasado en la plaza del Mercat con juegos infantiles, conciertos con cantautores, Les Foodgonetes en el exterior y el Aula de la Xocolata i el Vi en el Espai Guinovart, que este año duplicó las sesiones con un nuevo éxito rotundo. El público agradeció estas sesiones que combinan chocolate con vino de la DO Costers del Segre. Cabe destacar que el sábado por la tarde se estrenó en este espacio un maridaje a ciegas de pequeños ‘fours’ (platos) y vinos de proyectos singulares que hizo las delicias de los participantes. Llenar de propuestas el entorno de la plaza del Mercat permite alargar el recorrido ferial sin interrupciones desde el centro histórico hasta la zona de los pabellones.