COMARCAS
Agramunt impulsa acciones para reducir la población de gatos callejeros y mantenerlos en buen estado
Controlar las colonias felinas. Este es uno de los objetivos que se ha marcado el ayuntamiento de Agramunt para el presente mandato y desde las concejalías de Medio Ambiente y Agricultura y Ganadería ya se han puesto manos a la obra sus responsables, Elena Pascuet y Mònica Marquilles. El primer paso fue convocar una reunión con todos los vecinos interesados ya que pretenden que sea un proyecto que la ciudadanía se sienta suyo.
En estos momentos ya hay más de medio centenar de vecinos que disponen de un carnet que les acredita para poder alimentar a los gatos en los puntos habilitados, donde la semana pasada empezaron a instalar los primeros comederos para pienso y agua siguiendo la normativa. Los interesados en obtener el carné pueden solicitarlo a las oficinas del ayuntamiento.
Otro de las pasos a seguir ha sido reducir los puntos para alimentar a los gatos callejeros para reducir las colonias. En un inicio se detectaron unos 40 y ahora han quedado 17 con un voluntario responsable de cada punto que periódicamente informará al ayuntamiento de los gatos que conforman la colonia.
El consistorio contabilizó al menos 190 felinos en los primeros 40 puntos. Pascuet y Marquilles destacaron que “queremos sumar esfuerzos para controlar las colonias felinas y cumplir la nueva ley de Bienestar Animal” con “el objetivo final de esterilizar -mediante subvenciones- para paulatinamente ir reduciendo la población de los gatos callejeros a la vez que queremos mejorar la imagen del pueblo y acabar con los puntos que generaban quejas por falta de salubridad”.
Hasta ahora tampoco había control en la alimentación, muchas personas daban restos de comida, mientras que ahora solo se puede alimentar a los gatos con pienso para evitar también posibles enfermedades.
Roser Miralles, que alimenta a gatos callejeros desde hace seis décadas, es una de las voluntarias implicadas en el proyecto que lo valora “muy positivamente” ya que “hace muchos años que lo estábamos esperando”. Miralles se mostró “encantada” en que “haya unas normas, unas pautas y un control”. “Creo que es totalmente necesario controlar las colonias felinas y reducir el número de gatos que hay en la calle con las esterilizaciones”, añadió, a la vez que pidió “más consciencia ciudadana y respeto a los animales”.
Dolors Grau es otra de las voluntarias y coincide con Miralles: “Hay muchos gatos por las calles y esta es una gran iniciativa que tendría que haberse llevado a cabo mucho antes”.