TÀRREGA
Turismo en la iglesia
Las pinturas murales al fresco de Josep Minguell Cardenyes atraen más de 2.000 visitantes a la parroquia de Tàrrega cada año
Se ha convertido en un auténtico reclamo turístico, especialmente en verano, con personas procedentes de todo el mundo y grupos especializados
Desde la culminación de las pinturas murales al fresco del pintor Josep Minguell Cardenyes en la iglesia de Santa Maria de l’Alba de Tàrrega, esta se ha convertido en un auténtico reclamo turístico. El templo religioso recibe cada día, especialmente en verano, personas dispuestas a conocer este patrimonio artístico de la capital del Urgell. Según los datos registrados en la Parròquia de Tàrrega, el año pasado los voluntarios, entre los que hay el cronista local Josep Castellà Gené, ofrecieron visitas guiadas a un total 828 personas, a las que hay que añadir aquellas que acceden a la iglesia sin reserva previa, que son un promedio de un centenar al mes, según la cifra contabilizada en la Parròquia mediante la caja que regula el encendido de la iluminación de las pinturas al fresco. Destacar también que el propio Josep Minguell Cardenyes atiende personas y grupos personalmente. Entre las últimas visitas guiadas a las pinturas murales al fresco de la iglesia de Santa Maria de l’Alba de Tàrrega, están las que ofreció Josep Castellà Gené el pasado 4 de julio a 21 personas en el marco del programa ‘Sempre Acompanyats’ de verano y el pasado 29 de junio a una treintena de personas de la Agrupació Parroquial de Bellpuig. Los grupos que el año 2023 visitaron los murales formaban parte de la Agrupació Corals Maristes de Catalunya, los Jesuïtes de Barcelona, los Amics de la Música Clàssica de Barcelona así como alumnos de centros de la ciudad como los institutos Alfons Costafreda y Manuel de Pedrolo y la escuela Àngel Guimerà, o bien visitantes del extranjero procedentes de Estados Unidos, Argentina, Francia, Alemania e Italia, entre otros.
En el marco de la Festa Major de Maig de 2022,el día 14, se inauguró la última pintura mural al fresco que hizo Josep Minguell a la iglesia de Santa Maria de l’Alba, concretamente en el presbiterio, y que supuso la culminación del conjunto de pinturas que el artista inició en el templo targarí el año 2005 y que suma 1.014 metros cuadrados, convertiéndose en uno de los uno de los mayores conjuntos contemporáneos de pintura mural al fresco del mundo, lo que ha llevado a bautizar la iglesia de Tàrrega como la Capilla Sixtina catalana.La obra inaugurada hace dos años plasma “la luz del Alba”, según explicó su autor, y la ejecución fue compleja al compartir espacio con el baldaquino del templo y una imagen escultórica de la Mare de Déu de l’Alba. Los nuevos murales ocupan 214 metros cuadrados en torno al altar. Anteriormente, Minguell había realizado en los laterales del crucero los conjuntos Nativitas (el nacimiento de Cristo) y Resurrectio (la resurrección). En las bóvedas de la nave central figuran la creación del mundo y episodios del Antiguo Testamento, murales realizados a partir del año 2005.