Controlado el incendio que ha calcinado más de 200 hectáreas y ha confinado tres pueblos del Urgell

Los Bomberos dan por controlado el jueves el incendio de vegetación agrícola que se declaró en Ciutadilla el miércoles. Sin embargo, hasta última hora de la tarde de este jueves los Bomberos mantendrán el dispositivo que seguirá repasando el perímetro rematando los puntos calientes. Trabajan 27 dotaciones.

El sur del Urgell ha sido el escenario del primer gran incendio del año en las comarcas de Lleida en plena ola de calor. Anoche había calcinado unas 209 hectáreas y había obligado a confinar a los vecinos de Ciutadilla, Nalec y Verdú y cortar la carretera C-14 hacia Tarragana. El fuego se habría originado en una cosechadora.

El incendio se declaró a las 12.37 horas entre Vallbona de les Monges y Nalec. Inicialmente quemó terreno agrícola pero se propagó a vegetación forestal. Los Bomberos de la Generalitat, que montaron un centro de mando en Solivella, trabajaron durante la tarde de ayer con 79 dotaciones, 12 de ellas aéreas. Las llamas avanzaron debido a la capacidad del incendio de lanzar focos secundarios a más de 100 metros de la cabeza. En la extinción, también colaboraron agricultores, que labraron campos con sus tractores, consiguiendo detener su progresión. 

Treinta y dos dotaciones han trabajado durante toda la noche en el incendio, que ya está estabilizado, 14 de las cuales lo han hecho en torno al perímetro, remojando los puntos calientes y evitando ninguna reanudación del fuego.

El alcalde de Ciutadilla, Òscar Martínez, explicó que los mismos vecinos consiguieron salvar “con ramas” la ermita de Sant Roc. Según el alcalde, el viento hizo que las llamas avanzaran hasta la C-14, que sobre las 15.00 horas fue cortada en Ciutadilla y en Belltall. Por la tarde, la Policía Local de Tàrrega cortó también el paso a la C-14 en la capital del Urgell, formándose largas colas dada la dificultad de pasos alternativos. 

Según Martínez, los voluntarios salvaron la entrada del incendio en la zona boscosa del municipio. El incendio se propagó en dirección noroeste, empujado por un viento de unos 15 kilómetros por hora, prácticamente en paralelo a la C-14, una vía que se tuvo que cortar al tráfico. Los efectivos se desplegaron sobre una superficie de unas 140 hectáreas. 

Por su parte, los Agentes Rurales se hicieron cargo de la investigación del origen, con la hipótesis de que la causa ha sido en una máquina cosechadora. En cuanto al terreno afectado, en un 70% sería agrícola y un 30% masa forestal. No se descarta que hayan quedado calcinados también diversos almacenes agrícolas y pajares en la zona de la Torre del Sastre y el Comangras. A las 20.00 horas se levantó el confinamiento.

Ocho años después de los dos grandes fuegos de La Vall del Corb

El sur del Urgell, y más concretamente La Vall del Corb, ya vivió un verano complicado en 2016 cuando dos incendios calcinaron en su conjunto 890 hectáreas, siendo uno consecuencia del otro. Concretamente, el primero se declaró la verbena de Sant Joan en el balneario de Rocallaura y fue originado por un petardo que tiró un niño. Entonces ardieron algo más de un centenar de hectáreas. Sin embargo, se reavivó casi un mes después debido a una cepas enterradas de una roturación de árboles de hacía más de 20 años, según explicó la entonces consellera de Agricultura, Meritxell Serret. Las cepas quedaron afectadas y se mantuvieron como una carbonera. 

Las altas temperaturas, la baja humedad y el fuerte viento hicieron que el fuego saliera de forma espontánea a la superficie. Se quemaron otras 790 hectáreas. Asimismo, el incendio de Baldomar de junio de 2022 ha sido hasta hora el último gran fuego forestal que ha habido en la demarcación. Ardieron 2.702 hectáreas que contrastan con las 201 que se quemaron el año pasado en la demarcación. 

La Generalitat recuerda que nueve de cada diez incendios son causados directa o indirectamente por la acción humana (descuidos y negligencias, entre otros) y llevan a cabo campañas como ‘Foc off’, que pretende concienciar sobre el elevado riesgo de incendio, provocado por el cambio climático, la sequía y las temperaturas altas.