Las calles de Anglesola y Tàrrega mejoran su aspecto de la mano de los campos de trabajo

Primero fueron los campos de trabajo de la Generalitat, que ofrecen una estancia de 15 días a jóvenes y adolescentes que participan desinteresadamente en un proyecto de mejora de carácter medioambiental, acción social, recuperación del patrimonio arquitectónico o intercambio cultural lejos de su casa. Tras el éxito de estos, cada verano son más los ayuntamientos que organizan campos de trabajo locales en los que sus vecinos jóvenes son los encargados de mejorar sus pueblos. En la mayoría de casos, las tareas se centran en limpiar la vía pública o repintar mobiliario urbano. Dos ejemplos de ello son los campos de trabajo locales que se han celebrado en Anglesola y Tàrrega en julio bajo la coordinación de Lleure Quàlia.

La concejala de Juventud de Anglesola, Nadine Serra, explicó que en su caso el campo de trabajo se distribuyó en dos semanas, en la primera mejoraron diferentes zonas del pueblo: arreglaron la de las barbacoas, repintaron bancos y columpios e hicieron una batida para la recogida de residuos; en la segunda pintaron un mural en pro de la diversidad y en contra del racismo tras llevar a cabo un taller de graffiti con Arnau Brunet, de Versembrant. 

En Tàrrega, la muralista Kamma Marlo guió a los jóvenes para pintar un mural en el marco de la campaña del 8M Teixint cures y visibilizando a la mujer en el mundo laboral en la entrada de la Unitat d’Escolarització Compartida, y otro contra el racismo con Arnau de Versemblant en La Soll. También llevaron a cabo otras actividades recreativas y juegos. En este caso, el campo se alargó todo el mes. Por su parte, Laia Martínez, coordinadora de los campos de trabajo locales de Quàlia, destacó “la importancia de hacer nuestro el municipio porque así tenemos más ganas y conciencia para cuidarlo”.