ARQUITECTURA PATRIMONIO
Piedra para la Sagrada Família
El patronato de la Junta Constructora del Temple Expiatori de la Sagrada Família almacena desde hace unos años en un solar del polígono Les Vedrunes de Les Borges Blanques miles de toneladas de piedra destinadas a las obras de la basílica barcelonesa. El arquitecto director de la emblemática iglesia de Gaudí, Jordi Faulí, presidió ayer en Barcelona la presentación de las jornadas de puertas abiertas que se celebrarán durante las fiestas de la Mercè y avanzó el estado actual de las obras (ver desglose). Buena parte de los bloques de piedra para la Sagrada Família se almacenan en la capital de Les Garrigues, adonde llegan desde diversos países del mundo –de Europa, de Brasil o de Irán–, antes de trasladarlos a las diversas empresas que tallan y elaboran las piezas y elementos decorativos que requiere el proyecto. Posteriormente, las piedras talladas por los picapedreros especialistas viajan a Barcelona, donde llegan a pie de obra ya listas para su montaje y colocación en el edificio religioso. Cabe recordar que hace años este almacén de bloques de piedra estaba ubicado en Vinaixa, pero después de que las instalaciones se quedaran pequeñas se trasladó a Les Borges, donde se puede almacenar un mayor estoc de piedra, doblar la capacidad de producción y disponer de un control de calidad exhaustivo de todos los bloques, lo que repercute todo ello en un aumento del ritmo de construcción del templo.
Durante el último siglo, se han utilizado más de una veintena de tipos de piedra diferentes para el edificio que ideó Gaudí, entre ellas la piedra arenisca originaria de Les Garrigues. Por ejemplo, la torre dedicada a la Mare de Déu –ubicada sobre el ábside y de casi 140 metros de altura– contará en las aristas con granito Azul Bahía, procedente de Brasil, que le proporcionará el color azulado del manto de la Virgen. La torre de Jesucrist, que con 172,5 metros de altura será la más alta de las 18 del conjunto, tendrá un núcleo interior de piedra, de granito blanco, sin hormigón.
Al almacén de Les Borges llegan miles de toneladas de piedra de todo el mundo para la Sagrada Família
barcelona
La Sagrada Família ya encara la construcción de las seis torres centrales del templo, un reto arquitectónico para el que se ha ideado un sistema prácticamente inédito, la piedra postensada, es decir, paneles tensados con barras de acero que irán encajando uno sobre otro. Un sistema que permitirá que las torres puedan ser más estrechas y legeras, pero también más resistentes. El arquitecto director de las obras, Jordi Faulí, explicó que las torres comenzarán a levantarse ya y se harán visibles a partir de 2018. En 2020 la construcción debería estar lista hasta los pináculos y, si se cumplen los cálculos, quedarán acabadas entre el 2021 y el 2022. Así, una vez listas las torres de Jesucrist, de la Mare de Déu y de los cuatro evangelistes, la intervención arquitectónica entrará en la última fase, que se quiere culminar en 2026, con las intervenciones en la fachada de la Glòria, la construcción de la sacristía de levante y el claustro y una capilla en el ábside.
Las previsiones se cumplirán siempre que el templo disponga de los 25 millones de euros anuales necesarios para mantener el actual ritmo constructivo y que proceden básicamente de los millones de visitantes que cada año se citan para admirar la obra. Después también deberán acabarse detalles artísticos y escultóricos de algunas zonas del edificio. El templo ya tiene 8 torres acabadas, y las más altas son las centrales de la fachada de la Passió, de 112 metros.