Campana con nueva vida

Un grupo de operarios del monasterio de Santa Maria de Bellpuig de les Avellanes subió ayer hasta lo alto del campanario, con la ayuda de un camión-grúa, la campana donada este verano por los descendientes del pueblo de Millà, un núcleo deshabitado del municipio de Àger que solo cobra vida en época de vacaciones. Como ya informó SEGRE el pasado agosto, la campana se retiró de la espadaña de la iglesia de Millà porque el edificio amenazaba ruina. De hecho, los antiguos vecinos del pueblo la salvaron cuando estaba a punto de caer y la guardaron en un almacén. En mayo, los descendientes de Millà firmaron un convenio con el monasterio para ceder la campana, que de esta forma volverá a sonar. La propuesta surgió a raíz de las obras de restauración del claustro románico del monasterio, con las que también se ha renovado el acceso al campanario. Tras la ‘despedida’ del pueblo celebrada en agosto coincidiendo con el Aplec de Sant Llubí, el monasterio de Les Avellanes la ha restaurado y ayer la colocó en la cara norte del campanario, una ubicación cargada de simbolismo ya que es la que mira hacia la Vall d’Àger, tal y como querían los ‘hijos’ de Millà. Está previsto que el próximo 8 de octubre (a las 17.00 horas) se celebre una fiesta de bienvenida en la que podrá escucharse el nuevo repique de esta campana, a cargo de los campaneros Ignasi Cortés y Miquel Gregori. El monasterio informó ayer que “esta celebración también será un homenaje a los antiguos vecinos de Millà y a todos los pueblos deshabitados de Catalunya”.