Estudian proteger Sant Ruf como un ‘espacio histórico’

El pasado 26 de septiembre, el Diari Oficial de la Generalitat publicó una resolución por la que se desestimó la declaración del antiguo monasterio de Sant Ruf de Lleida como Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN) en la categoría de monumento. Se trata del edificio histórico más olvidado del patrimonio medieval de la capital del Segrià, en estado de ruina y, además, en manos privadas, lo que hace más difícil cualquier posible actuación de las administraciones públicas. De todos modos, la demanda por parte de historiadores, de asociaciones como los Amics de la Seu Vella y también por parte de la Paeria, así como diversas reacciones críticas en las redes sociales, han hecho ‘recapacitar’ a la Generalitat, que ahora estudiará nuevas fórmulas para proteger los restos de un edificio que se remonta a siglo XII-XIII. El departamento de Cultura está estudiando la posibilidad de revisar el expediente sobre la antigua iglesia para que pueda ser reconocida como BCIN pero en la categoría de ‘espacio histórico’, atendiendo a la relevancia histórica de este conjunto patrimonial para el territorio de Lleida. Eso sí, la decisión sobre esta nueva posibilidad no tardaría en materializarse tantos años como lo hizo el primer expediente, que se incoó en 1980 y que no se resolvió hasta el mes pasado. En este sentido, fuentes de Cultura señalaron que el nuevo expediente de declaración podría ultimarse en cuestión de unos meses.

La fundación de este monasterio se remonta a mediados del siglo XII, posiblemente en el lugar donde se alzaba una mezquita, aunque los restos que quedan en pie remiten al siglo XIII. Pasó a manos privadas en la época de la desamortización, en el XIX.

El templo pudo ser el ensayo previo para edificar la Seu VellaEl templo leridano de Sant Ruf, en la partida La Plana, cerca de Llívia, es una de las construcciones más antiguas de la Lleida cristiana. De hecho, historiadores como Montse Macià y Josep Lluís Ribes publicaron un estudio en 1996 en el que comentaban que la estructura general de esta iglesia reproduce a escala más pequeña la de la Seu Vella, lo que les llevó a plantear la hipótesis de que quizás fue el ensayo previo del primer maestro mayor de la Seu, Pere de Coma, que recibió el encargo en 1193 para el que actualmente es el principal monumento de la ciudad.