ENTREVISTA
Llorenç Corbella: «La programación pública debe asumir riesgos»
El escenógrafo Llorenç Corbella fue nombrado el viernes director de artes escénicas de Lleida. Estará al frente del Escorxador, la Llotja y la sala Julieta Agustí
¿Cuáles serán las líneas maestras de su programa?
Es pronto para concretar, pero querría sumar a lo que ha hecho Margarida Troguet, que es mucho. Querría seguir estrechando lazos con compañías profesionales y emergentes de Lleida. Es primordial apoyarlas con coproducciones y programándolas. Sobre la exhibición de obras de fuera, me gustaría tener una fuerte colaboración con compañías de Catalunya, el resto del Estado y en lo que se pueda, internacionales. Será básico establecer complicades con el sector y con el público.
Dependerá del presupuesto.
Sí, pero si queremos que compañías de aquí vayan fuera, debemos tener la habilidad de invitar a grupos internacionales.
¿Qué le falta a la programación?
Eso no puedo decirlo, lo que sé es que debemos estar atentos a lo que pase en el mundo las artes escénicas. Es cambiante, hay tradiciones, pero también curiosidad e inquietud por descubrir nuevas maneras de hacer, decir y representar. En Lleida debemos estar atentos a la innovación y programarla, aunque, llegaremos donde podamos por calendario y presupuesto.
El sector plantea crear residencias en la Llotja. ¿Lo ve factible?
Debemos ir por aquí, pero a la vez, ser cuidadosos. Por ejemplo, con las compañías de fuera hay que pensar en aspectos como alojamientos, comidas, etc. También hay opciones como que las compañías antes de estrenar en ciudades como Barcelona o Madrid puedan ensayar y preestrenar en Lleida.
¿Debe potenciarse el Escorxador?
Tenemos que volver a sus primeros años. El teatro es cuestión de proporciones. Una compañía grande no puede ir a un espacio pequeño ni a la inversa porque el teatro es proximidad. Debemos hallar el lugar adecuado para cada espectáculo. También debemos estar abiertos a compañías y obras no pensadas para ser representadas en teatros.
¿La Llotja ha sido demasiado comercial hasta ahora?
No estoy en contra de lo comercial si va ligado a calidad. Quizá han ido a la programación fácil de grandes éxitos de fuera, ya sea por calidad o por publicidad. La programación pública debe crear complicidades y asumir riesgos. También me gustaría añadir actividades con el público y entidades, escuelas, centros sociales... Por ejemplo, crear un espectáculo escénico con corales de Lleida y representarlo en un barrio, en la Seu Vella o donde sea, no necesariamente el Escorxador o la Llotja.
Se convocó un concurso, quedó desierto y le propusieron a usted “a dedo”, lo que suscitó ciertas críticas. ¿Cómo lo vivió y por qué no se presentó?
Fue una sorpresa que sólo se presentasen tres candidatos. Supe de la convocatoria, pero estaba trabajando en dos proyectos muy grandes, uno para una compañía alemana y otro para una ópera en Valencia que se estrenará en marzo. Tenía claro que el proyecto de Lleida tenía que ser muy exigente y entonces no tenía tiempo material para prepararlo. Cuando me propusieron el cargo, ya había entregado los trabajos y me animé. Entiendo las preguntas porque las cosas no son sencillas.