Arte leridano al mejor postor

La sala La Suite Subastas de Barcelona acogerá el jueves una sesión de venta de obras al mejor postor con más de un centenar de lotes, entre los que destacan tres piezas de arte medieval de propiedad privada y de origen en el Pirineo de Lleida. Se trata de un Cristo románico posiblemente del taller de Erill la Vall y dos tablas pintadas del siglo XV relacionadas con la zona de La Seu d’Urgell. La pieza que partirá con un precio estimado más alto (entre 22.000 y 40.000 euros) es una pintura al temple y óleo sobre madera correspondiente a dos ‘calles’ laterales de un retablo de mediados del siglo XV que, según el historiador del arte de la Universitat de Barcelona Antoni Josep Pitarch, procede del desaparecido retablo de San Vicente mártir de la iglesia de Montferrer. Cabe destacar que otras dos tablas que formaban parte de este mismo retablo se encuentran en el Museo del Prado, en Madrid. El conjunto pudo ser obra de Ramon Gonsalbo, hijo del pintor Jaume Gonsalbo, a quien se atribuye el retablo de Sant Ermengol de La Seu.

También pertenecería al área urgellenca la segunda de las piezas a subasta, una pintura al temple sobre madera con dos compartimentos de una predela (el frontal de un altar) en los que están representados la Virgen Dolorosa y San Pedro. Se trata de una tabla del siglo XV que saldrá a subasta con un precio estimado de entre 10.000 y 20.000 euros y que, según el historiador del arte y conservador del Museu de Lleida Alberto Velasco, podría ser obra del denominado Mestre d’All. Finalmente, también sadrá a subasta por un precio entre 5.000 y 8.000 euros un Cristo de madera, del siglo XIII, posiblemente del taller de Erill la Vall, dada su similitud con el Davallament de esta localidad de La Vall de Boí, hoy repartido entre el Museu de Vic y el MNAC.

Dos años de la entrega a Aragón de la tabla del XV de Benavarri

Este próximo domingo se cumplirán dos años de la entrega a Aragón por parte del Museu de Lleida de una tabla gótica del siglo XV, de Pere Garcia de Benavarri, que la diputación de Lleida había comprado en una subasta en Barcelona en marzo de 2009 por 22.000 euros. Tras una denuncia de expolio por parte del gobierno de Aragón, la pieza sufrió un ‘secuestro’ judicial en el propio museo que duró más de cinco años, hasta que el Supremo ratificó una sentencia contraria a Lleida por la que la obra fue recomprada por el gobierno aragonés y trasladada al Museo de Huesca. En marzo de 2015, otra tabla de este artista fue adquirida por un particular por 75.000 euros en una subasta en Barcelona, en la que curiosamente no pujaron las autoridades aragonesas.