ARTE HISTORIA
Lluís Trepat vuelve a París
El Collège de Espagne de la Cité Universitaire de París exhibirá en octubre de 2017 la muestra que puede verse hasta finales de año en la Fundació Viladot de Agramunt, París, 1952. L’exposició dels pintors residents al Collège d’Espagne, a la que se añadirán nuevas piezas. La instalación urgelense recrea la muestra que entre el 31 de marzo y el 9 de abril de 1952 tuvo lugar en el Colegio de España de la capital francesa con obras de 16 creadores, entre ellos Lluís Trepat (Tàrrega, 1925), vinculados a la institución, que se había convertido en un importante lugar de acogida de intelectuales exiliados tras la Guerra Civil Española y entre los que no faltaban ni los artistas ni las manifestaciones culturales gracias a un sistema de becas impulsado por las ciudades de Barcelona, Valencia y Madrid, que permitía que los pintores residiesen en en colegio mientras se habrían camino hacia la profesionalización. En este sentido, fueron paradigmáticos los casos de Trepat y Manuel Valls, padre del primer ministro francés. De hecho, fue en esta época en la que el leridano reflejó en sus pinturas escenas de las calles parisinas con colores llenos de claridad. Acompañaron a Trepat otros nombres como Francisco Alcaraz (Almería, 1926), Marc Aleu (Barcelona, 1922 – Cadaqués, 1996), Francisco Farreras (Barcelona, 1927), Vicente Fillol (Valencia, 1923), Josep M.Garcia-Llort (Barcelona 1921-2003), Josep Lloveras (Cassà de la Selva, 1922-Barcelona, 2014), Jordi Mercadé(Barcelona, 1923– 2005 ), Federico Montañana (Valencia, 1928 – 2005), Xavier Oriach (Sabadell, 1927 ), August Puig (Barcelona, 1929 – Girona, 1999 ), Juan A. Rodríguez-Roda (Valencia, 1921 – Bogotá, 2003) y Ricardo Zamorano (Valencia, 1924).
Una serie de creadores con una sintonía en su forma de pintar El comisario de la exposición de la Fundació Viladot de Agramunt, Josep Miquel Garcia, crítico de arte de SEGRE, explicó durante la inauguración de la muestra en Agramunt que “existe una sintonía en la forma de pintar de todos ellos. Es una pintura postpicassiana, sin colores muy vivos, como influenciada por la luz de París y con referencias figurativas”. En su opinión “muchos quedaron marginados por la historia, pero su personalidad es digna de ser recordada”, señaló Garcia.