La Vall de Boí celebra la declaración de las fallas como Patrimonio Inmaterial y la de las iglesias como Mundial

Fiesta por partida doble. Eso es lo que está viviendo este miércoles 30 de noviembre la Vall de Boí en general y la iglesia románica de Sant Climent de Taüll en particular. Por una parte, el encendido de siete fallas a cargo de fallaires de todas las edades delante del templo han recordado que se cumple (mañana) el primer aniversario de la declaración de estas teas que las noches de verano iluminen las montañas como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.

La fiesta se ha adelantado un día para recordar que hace 16 años, a un 30 de noviembre, la Unesco declaró también Patrimonio Mundial las nueve iglesias románicas de Sant Climent y de Santa Maria de Taüll, Sant Feliu de Barruera, Sant Joan de Boí, Santa Eulàlia d'Erill la Vall, Santa Maria de l'Assumpció de Cóll, Santa Maria de Cardet, La Nativitat de Durro y la ermita de Sant Quirc, también en Durro. Para conmemorar esta efeméride, tiene lugar una jornada de puertas abiertas a Sant Climent de Taüll en que se puede ver el mapping que recrea los frescos originales dentro del ábside mayor y el presbiterio de la nave central del templo. La celebración, que ha servido también para homenajear a las personas que han mantenido la tradición de las fallas a lo largo de los años y también aquella gente que ha mantenido las iglesias en buenas condiciones durante todo este tiempo, ha contado con la presencia de escolares y vecinos de la zona.

Paralelamente, la Unesco ha declarado hoy las fallas de Valencia Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.

En otro orden de cosas, el Museu de Lleida está también hoy de celebración dado que se cumplen nueve años desde su inauguración en el edificio de nueva construcción que ocupa actualmente. Lo celebra con una jornada de puertas abiertas.