PATRIMONIO REHABILITACIÓN
Proyectan obras de urgencia en la iglesia románica de Bossòst
El campanario de la iglesia románica de la Purificación de Bossòst presenta una serie de grietas que obligarán a una actuación de urgencia para evitar que avance su deterioro. Fueron “descubiertas” el pasado día 5 durante una visita de obras en la cubierta del templo y, tras una reunión de urgencia, ayer expertos y autoridades acordaron ayer levantar un un andamiaje de refuerzo estructural interior y exterior del campanario, elaborar un estudio geotécnico del entorno del campanario y la redacción de un proyecto técnico para decidir una solución definitiva. El encuentro, convocado por el Síndic d’Aran, Carlos Barrera, contó con la presencia del director general de Patrimonio de la Generalitat, Jusèp Boya; el arcipreste de Aran, Pere Balaguer; el catedrático de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universitat Rovira i Virgili, Josep Lluís Guinovart; el alcalde de Bossòst, Amador Marqués, además de varios técnicos. Marqués afirmó a SEGRE que “ahora lo prioritario es determinar todas las patologías del templo, estudiar si hay problemas en el subsuelo y abordar las posibles soluciones”. En este sentido explicó que existen zonas en las que el mortero está degradado o directamente ha desaparecido. La intención es abordar las obras en 2017, aunque “todavía no tenemos presupuesto porque primero es necesario el estudio que analice todas la deficiencias que presenta el templo”.
Ubicada en el núcleo antiguo de Bossòst, el templo es uno de los mejores ejemplos de la arquitectura románica aranesa del siglo XII, con una planta basilical de tres naves.
Bien Cultural de Interés NacionalLa iglesia fue declarada Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN) en febrero de 2015. Por ello, Barrera señaló que “el Conselh Generau d’Aran dará la máxima prioridad a esta actuación, que se materializará a través de un convenio entre el obispado de Urgell, la dirección general de Patrimonio de la Generalitat y el mismo Conselh”. Hace tres años, el templo saltó a la palestra informativa al recuperar tres frontales de altar, de estilo barroco, datados en el siglo XVIII, y que habían sido robados en 1999. Fueron devueltos bajo secreto de confesión.