HISTORIA MEMORIA
El día a día de la Guerra en imágenes
El IEI acoge la exposición ‘Fotografies de Francesc Boix’, con instantáneas de los efectos de los bombardeos en municipios como Térmens o Vilanova de la Barca|| Con más de 130 fotografías
Francesc Boix es el único español cuyas fotografías y testimonio en los juicios de Nuremberg y Dachau en 1946 sirvieron para condenar a varios cabecillas nazis. Son palabras de Ricard Marco, uno de los comisarios de la exposición Fotografies de Francesc Boix, que desde ayer y hasta el próximo 29 de enero podrá verse en el Institut d’Estudis Ilerdencs (IEI). Se trata de más de un centenar de imágenes sobre todo del día a día en la retaguardia durante la Guerra Civil, aunque también algunos momentos de instrucción de combate y de acción del frente de Aragón y del Segre. En ellas se puede ver personalidades como el desaparecido Víctor Torres hablando a los soldados o a Teresa Pàmies desfilando en el funeral de Nicanor Felipe, jefe de la 30 División del Ejército Popular de la República. Pero sobre todo muestra la cotidianidad de los soldados junto con los lugareños, con escenas de baile en el Santa Maria de Meià o en el Castell del Remei y chapuzones en el mismo enclave, en Penelles, por poner un ejemplo, además de escenas en poblaciones como Linyola, Baldomar o Camarasa. Entre las imágenes probablemente más impactantes destacan los destrozos que causaron los bombardeos en poblaciones como Sanaüja, Vilanova de la Barca o Térmens. Incluso una muestra un tanque en medio del río Segre en Vilanvoa dela Barca, en agosto de 1938. Es el que hoy puede verse restaurado en la misma población. Las 132 imágenes del IEI forman parte de un fondo de 1.368 negativos, que pudo ser recuperado por la Comissió de la Dignitat en 2013 al adquirirlo cuando estaba a punto de venderse en una subasta pública. Una vez compradas fueron depositadas en la entidad Fotoconnexió, que se encargó de digitalizarlas y estudiarlas. Se descubrió así que las imágenes eran obra de Francesc Boix.
Un testigo de excepción de los horrores de Mauthausen Francesc Boix (Barcelona, 1920-París, 1951) se comprometió con las Juventuts Socialistes Unificades de Catalunya, lo que le llevó con 17 años al frente de Aragón y del Segre como fotógrafo del Ejército Popular de la República. Se exilió a Francia tras la Guerra Civil y estuvo internado en varios campos. En la II Guerra Mundial se incorporó a las brigadas de trabajo del ejército galo hasta que fue capturado por los alemanes. En 1941 ingresó en el campo de concentración de Mauthausen, donde trabajó en el servicio fotográfico. Escondió miles instantáneas con otros colegas, lo que, junto con su testimonio, contribuyó condenar a jefes nazis en los juicios de Nuremberg y Dachau. Falleció a los 30 años en París, a causa de las secuelas de su estancia en Mauthausen.