PATRIMONIO BALANCE
El románico, a toda marcha
El conjunto de iglesias románicas de La Vall de Boí declaradas Patrimonio Mundial por la Unesco recibieron en 2016 un total de 152.455 visitantes, lo que supone un incremento del 24% respecto al año anterior. Además es la cifra más alta de público desde el año 2007. Un éxito que se debe, en gran parte, a la instalación del vídeo mapping en la iglesia de Sant Climent de Taüll (ver desglose) en 2013. En concreto, las iglesias sumaron en 2016 un total de 136.306 visitas y, por su parte, el Centre del Romànic, 16.149 turistas más. Como es habitual, Sant Climent fue la más concurrida, con 60.581 personas, buena parte de las cuales (14.951) acudieron a verla en agosto. Por su parte, Sant Joan de Boí recibió 28.860 visitas y también agosto fue el mes con mayor número de visitantes (7.488). Cifras similares se obtuvieron en Santa Eulàlia d’Erill la Vall, donde acudieron 27.417 visitas (7.981 en agosto). Sant Feliu de Barruera y la Nativitat de Durro recibieron unos 9.000 y Cardet, 1.329. Las tres permanecieron abiertas durante menos tiempo que las anteriores.
El alcalde de La Vall de Boí, Joan Perelada, valoró muy positivamente tanto el aumento de visitantes como la satisfacción. Además, aseguró a SEGRE que “el objetivo y la voluntad para este 2017 es la de abrir diariamente a partir de abril todas las iglesias románicas y con ello, levantar el ERE al que obligó la crisis en 2012”. Entonces los 11 empleados pasaron a trabajar la mitad del tiempo, cerrando también parcialmente los templos. Desde entonces, habían ido aumentado paulatinamente tanto el tiempo de trabajo como de apertura de los templos. “Si mantenemos el ritmo de visitas, en 2017 podremos revertirlo”, afirmó Perelada.
El vídeo ‘mapping ‘ un revulsivo que ha incorporado la narrativa No cabe duda de que la instalación del vídeo mapping en la iglesia de Sant Climent de Taüll a finales del año 2013 se convirtió en todo un reclamo turístico con el que año tras año las visitas se han vuelto a incrementar. Por ello, en primavera de este año se añadió un atractivo más: la narración. Si hasta entonces la proyección audiovisual estaba acompañada de una melodía, desde el mes de marzo cuenta también con una explicación histórica para facilitar la comprensión del público.