LITERATURA
Internet, el paraíso de la nueva poesía para jóvenes
Un nuevo fenómeno surgido en la red convierte la escritura en verso en una nueva forma de expresión de la mano de nombres como Marwan, Irene X, Loreto Sesma o Carlos Salem, algunos de los nuevos poetas que inundan internet y llevan sus éxitos a editoriales y tiendas de libros.
Tan intensa como fresca, esta tendencia ha contagiado a un público joven y no tan joven el placer por la poesía; una nueva poesía que, tras estallar en las redes sociales, sacia diariamente a ese nuevo público, ávido de versos que hablen de cotidianeidad. Porque así es la lírica de internet: cotidiana, sencilla y directa, fiel a temas atemporales como el amor y el sexo.
Aquellos jóvenes que leían a Federico García Lorca o a Miguel Hernández en el colegio o en el instituto vuelven ahora al verso pero atraídos por una nueva forma y un nuevo medio que los arrastra hasta festivales, lecturas en grupo y recitales.
Uno de los máximos exponentes de esta nueva generación de poetas es el también cantante Marwan, un madrileño de padre palestino que reúne en cada concierto o recital a miles de personas y que ha estado acompañado de artistas con una carrera ya consolidada como Pedro Guerra, Jorge Drexler e Ismael Serrano.
Con su último libro, "Todos mis futuros son contigo" (Planeta), Marwan rozó las 60.000 copias vendidas, según informa la página web del artista, motivo por el cual ha recibido varias ofertas de editoriales que quieren publicar sus creaciones.
Otra escritora que encabeza las listas de los libros de poesía más vendidos en España es Elvira Sastre, una segoviana residente en Madrid que supera los 60.000 seguidores en Twitter y que cuenta ya con cuatro poemarios publicados.
Algo similar ocurre con Irene X, una joven escritora de 26 años que colma su blog de versos y canciones donde expresa las ideas con las que conquista a miles de lectores jóvenes y adolescentes. Su legión de seguidores supera en Twitter los 55.000 y cuenta ya con tres libros: "El sexo de la risa", "Grecia" y "No me llores".
Otra de las plataformas donde más presencia tiene la nueva poesía es YouTube, como demuestra Loreto Sesma, una escritora que, con solo 20 años y tres libros publicados, comparte a sus más de 130.000 seguidores poemas recitados en vídeo.
Todos ellos, jóvenes con talento, han podido presenciar cómo toda una generación de nativos digitales devora sus escritos y poesías mientras se mueven de manera incesante por la red.
Con una mayor trayectoria, el argentino Carlos Salem (Buenos Aires, 1959), escritor, poeta y periodista, ha encontrado también su hueco en el escenario digital, ese en el que triunfa con muchos de sus poemas, recogidos en libros como "Si dios me pide un bloody mary (2008), "Orgía de andar por casa"(2009), "Memorias circulares del hombre-peonza" (2010), "Follamantes" (2014) y "24 incendios" (2016).
A Salem, quien también ha escrito varias novelas y una obra de teatro, le siguen más de 56.000 usuarios de Twitter, muchos de ellos, admiradores de la denominada "poesía desde el smartphone"
Junto a los mencionados, podrían estar otros nombres como Diego Ojeda ("Mi chica revolucionaria"), Srt. Bebi ("Amor y asco"), Sergio Carrión ("En un mundo de grises"), Escandar Algeet ("Alas de mar y prosa"), Carlos Miguel Cortés ("Intranerso") y David Martínez 'Rayden'("Herido diario), entre muchos otros.
Hablamos, por tanto, de una amplia generación de nuevas "estrellas de los versos" y exponentes de nuevas formas de poesía que han sabido hacer uso del poder de las redes sociales para convertir a ese género literario en un nuevo bum. Otra cosa es que todo sea bueno.
A los miembros del sector más ortodoxo de la lírica, que en algunas ocasiones han criticado a estos nuevos poetas, les han salido unos nuevos competidores cuyos nombres, parece, seguirán resonando en librerías, recitales de poesía y redes sociales.
Es un hecho, por tanto, que la poesía (moda o no) ha ganado terreno digital a la prosa en los últimos años y que responder a la famosa cuestión de Béquer: "¿Qué es poesía?" se torna hoy más difícil que nunca.