‘Cavall Fort’, 55 años cabalgando

La revista infantil y juvenil ‘Cavall Fort’ cumplió en diciembre 55 años, los últimos 18 dirigida por la leridana Mercè Canela, de Sant Guim de Freixenet. La publicación nació en 1961 para que los niños pudiesen leer en catalán en una época en la que era difícil. Superadas estas vicisitudes, ahora es una fuente de aprendizaje para los más pequeños.

‘Cavall Fort’ ha llegado a los 55 años, algo que pocas revistas han conseguido. ¿Qué retos de futuro se plantean?

Entre otros, continuar haciendo una revista en papel de mucha calidad, porque creemos que el papel todavía tiene un lugar muy importante en los hábitos de lectura, pero a la vez, tener un papel importante, activo, en las redes.

Cuentos, cómic, naturaleza, arte, juegos..., contenidos que buscan provocar la curiosidad de los niños

¿Digitalizarán la revista?

No. Estamos inmersos de lleno en la renovación de la web, queremos hacer llegar la revista de otra manera, pero no la digitalizaremos. Son caminos diferentes.

¿Una de las claves del éxito es el contenido variado?

Creo que es importante dar al lector cosas que quizá no te las está pidiendo, pero que si las encuentra las descubre. No hay que pensar solo en lo que quieren los lectores, sino en lo que tú puedes darles. Quizá no lo quieren porque no lo han descubierto.

¿Por ejemplo?

Una página de arte, quizá a algunos niños no les interesará, pero a otros empezará a despertarles algo. Si todo fuese arte, naturaleza o cómic, por ejemplo, sería muy limitado, pero es muy diversa, lo que permite despertar la curiosidad de los niños y esto nos gusta.

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lleida

En diciembre de 1961, poco antes de Navidad, los niños catalanes disfrutaron de un regalo de Reyes adelantado: el nacimiento de la revista infantil y juvenil Cavall Fort, que acaba de cumplir 55 años, los últimos 18 dirigida por la leridana Mercè Canela (Sant Guim de Freixenet, 1956). Además, ahora la publicación pensada para público de entre 9 y 15 años tiene un hermano menor, El Tatano, que camina independiente desde octubre de 2005, aunque empezó a dar sus primeros pasos en 1990, creado para acompañar al público más pequeño, a partir de los cuatro años. Las aventuras e historietas de personajes como Ot el bruixot, Jep i Fidel, Massagran o Jan i Trencapins forman parte del imaginario colectivo de muchas generaciones de niños catalanes. Incluso Los Pitufos fueron popularizados en sus páginas.

Cavall Fort nació en plena posguerra a raíz la preocupación común de personas de diferentes formas de pensar y procedencias de que los niños no pudiesen leer ni aprender a escribir en catalán. Entre ellos estaban Ricard Tussell, Joaquim Ramis, Ramon Fuster o Josep Espar Ticó, por citar solo algunos nombres. Hacía 22 años que había terminado la Guerra Civil Española, el ambiente era todavía muy gris pero ya asomaba el afán de supervivencia cultural. Sabían que nunca obtendrían los permisos necesarios por parte del Gobierno, así que buscaron un paraguas que les amparase: fueron los obispados de Vic, Girona y Solsona que, gracias al Concordato, tenían un cierto margen de maniobra sin tener que someterse a las directrices del gobierno. Según recuerda Canela, ya desde el primer momento, sus responsables tenían claro que había parámetros irrenunciables: la revista debía de llegar al lector, ser de mucha calidad, variada, con ilustraciones y literaria. Lo que sí suscitó un gran debate fue la duda de introducir o no el cómic. Entre el consejo de redacción había un sector que no estaba de acuerdo porque consideraba que no sería un elemento que ayudase a los niños a aprender a leer. Las firmes convicciones de la pedagoga Marta Mata, entre otros, fueron cruciales para introducirlo. De esta forma, Cavall Fort se convirtió también en la puerta de entrada a Catalunya de cómics de la prestigiosa tradición francobelga, con personajes como Los Pitufos.

Por la revista han pasado grandes nombres de la literatura catalana para niños y jóvenes, como el leridano Josep Vallverdú, además de otros autores catalanes de la talla de Joaquim Carbó; así como plumas para todos los públicos como Salvador Espriu, Pere Calders, Maria Aurèlia Capmany, Montserrat Roig, Tísner... Mención aparte merecen los grandes nombres de la ilustración, con firmas como la de Cesc, Picanyol, Fina Rifà, Pilarín Bayés, Madorell o Roser Capdevila, entre muchos otros. A ellos debe de añadirse las colaboraciones de firmas artistas como el creador vinculado a Agramunt Josep Guinovart, Joan Miró, Antoni Clavé, Antoni Tàpies, Josep Maria Subirachs, Joan Hernández Pijuan y Albert Ràfols-Casamada, que fueron invitados a firmar algunas de las portadas de la publicación, dirigida desde sus inicios hasta 1978 por Josep Tremoleda. Le siguió Albert Jané desde 1979 a 1997 y en 1998 le tomó el relevo Canela. Con ella la revista se adentró en la era de internet, convirtiéndose en una de las primeras en disponer de página web. Otra de sus apuestas fue convertir El Tatano en una revista independiente para niños a partir de cuatro años. Los tiempos han cambiado y con ella sus contenidos, pero siempre buscando despertar la imaginación.

La revista para disfrutar de las primeras lecturasEl nacimiento de El Tatano como revista independiente ha sido uno de los logros que más aprecian sus responsables. Pensada para acompañar las lecturas de los niños que empiezan a leer, entre los 4 y los 8 años, nació como un suplemento de Cavall Fort, su hermano mayor. Inició su andadura como suplemento en 1990 y en 2005 se convirtió en una publicación mensual independiente.