Emociones en el Escorxador

Después de la danza más clásica, con el ballet La bella durmiente el jueves en la Llotja, la temporada de danza de Lleida se trasladó ayer al Teatre de l’Escorxador para disfrutar de un peso pesado de la danza contemporánea en Catalunya. La coreógrafa Marta Carrasco llevó a escena su más reciente creación, Perra de nadie, el tercer solo de su trayectoria después de los existosos Aiguardent y Blanc d’ombra, con el que certifica de nuevo su compromiso por el riesgo y, tal y como ella misma declara, por la necesidad de creación de espectáculos, a los que ve, no como una “decisión intelectual” sino como “una necesidad, una pasión e incluso una obsesión”. Carrasco, galardonada con el Premi Nacional de Dansa 2005 por la Generalitat, asegura que a menudo el público se obsesiona en intentar entender el mensaje del coreógrafo, de la compañía de danza, cuando en definitiva “todo resulta más sencillo: solo es necesario dejarse llevar y entrar dentro del mundo de los sentimientos y las emociones”. En Perra de nadie, Carrasco canaliza estas emociones a través de una fusión de algunas de las mujeres de su ‘universo’, los personajes más representativos que ha interpretado a lo largo de sus más de veinte años de carrera solista.