CULTURA
El Animac familiar toma la Llotja
La película ‘La tortuga roja’, nominada en la última edición de los Oscar, roza el lleno absoluto || Jordi Amorós, autor de ‘Historias de amor i masacre’ recibirá hoy el Premi Trajectòria
¿Cuáles son las principales diferencias entre la animación europea y la japonesa?
El cine europeo tiene mucha más libertad, variedad de temas. En cambio, en el japonés todo es mucho más similar.
Una de las novedades de White Cube con obras de animación pensadas para ser vistas en galerías de arte
¿Está de moda la animación japonesa?
Supongo que sí, que aquí gusta porque tiene un look muy cool, fino, muy bonito.
¿Es la primera vez que acude a Animac?
En persona sí, pero el festival ya había proyectado anteriormente dos películas mías Abbau y Rhizome.
¿Qué impresión se ha llevado?
Me ha gustado mucho porque tiene una gran variedad de temáticas y películas; mucha libertad, hay una sección más erótica, otra muy experimental... todo muy libre.
¿Ha tenido ocasión de visitar Lleida?
Sí, la Seu Vella, el Eix, edificios típicos europeos. También calles sucias y dejadas pero me eran interesantes.
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lleida
Un año más la jornada del sábado se convirtió en la más familiar y multitudinaria de Animac, que cerrará hoy sus puertas después de que Jordi Amorós, autor de Historias de amor y masacre, reciba el Premi Trajectòria (ver entrevista).
Entre las actividades que congregaron más público destacó la proyección de La tortuga roja, del animador neerlandés Michäel Dudok de Wit, que prácticamente llenó la sala 1 de la Llotja. No en vano, su primer largometraje fue uno de los nominados en la última edición de los Oscar, premio que finalmente se llevó Zootropolis. Además, el cineasta –que recibió un Oscar en 2011 por el corto Father and Daughter– pronunció también una masterclass en la que mostró el making off de La tortuga roja, película que nació de su intención de reflejar la naturaleza en su propia esencia. Por la mañana, La vida de Calabacín también contó con numeroso público, entre el que destacaba el hecho que buena parte de él era adulto, pese a ser una película pensada a partir de 6 años. Este film que registró las primeras colas de la jornada, llegaba a Lleida tras llevarse dos galardones César en Francia y el Premio de Cine Europeo al mejor film de animación.
Una de las novedades de este año ha sido la sesión White Cube, ubicada en CaixaForum Lleida, en la que se han presentado obras de animación pensadas para proyectarse en espacios museísticos y de arte. Entre sus asistentes estaba el japonés Masahiro Oshuka, con su cortometraje Harutosyura. Foruth Dimensional Fields, que se mostró encantado con Animac, certamen que describió como “lleno de libertades” (ver entrevista). El cineasta presentó un film rodado durante 4 años que refleja todos los cambios de paisaje en unos campos de arroz de su abuelo, pertenecientes a su familia desde hace seis generaciones. “No solo eso, sino que también trabajé la tierra”, señaló.
Como es habitual, el espacio Animacrea se llenó de familias desde que sus talleres empezaron a abrir las luces. Ya desde primera hora podía verse a niños con sus recortables y pinturas disfrutando de lo lindo; además de talleres dirigidos por especialistas y pensados para un público de más edad. En esta ocasión, han sido una quincena las escuelas de animación y arte que han mostrado la gran cantidad de técnicas y posibilidades de la animación, tanto de Lleida como de fuera de Ponent. Entre ellas, la Escola d’Art Municipal Leandre Cristòfol de Lleida, ECIB- Escola De Cine De Barcelona, Idem Barcelona, Centre Integral De Formació Professional Ilerna de Lleida, Escola Joso- Centre De Comic i Arts Visuals, La Academia De Animación, El Bombeto, La Salle, Haiku - Japó A Barcelona, Nus Creacions, Ipop Radio, Mayday, Kumon, Lleida-Universitat o La Guerrilla Del Gilda de Lleida, entre otros.
La clausura oficial tendrá lugar hoy en la Llotja a las 19.30h con la entrega del Premi Trajectòria al cineasta catalán Jordi Amorós, en una velada en la que también se proyectarán cortos internacionales actuales. La última proyección del certamen, sin embargo, será la película de La niña sin manos, uno de los cuentos más oscuros de los hermanos Grimm animado por Sébastien Laudenbach.
Historias de amor y masacre
fue vetada durante la transición. Ahora se ha proyectado en Animac, ¿qué sintió al verla en la gran pantalla?
Me sentí emocionado. Recuerdo cómo se hizo y que era todo muy improvisado. Toda la preproducción que ahora es habitual, nosotros no la hicimos. Eran los años 70 y con el guión al lado, dibujábamos con la plumilla en una mano y un secador de pelo en la otra. Ahora, los ordenadores unifican mucho el estilo, le quitan espontaneidad y creatividad. Nuestra animación jazz era más divertida.
Está preparando la segunda parte. ¿Será con los mismos métodos?
Sí, pero si la primera parte era una celebración de la democracia y de la libertad del momento; la segunda cerrará el ciclo, pues ahora estamos en el fin de la democracia. Será una simbiosis entre el rigor periodístico y el humor de los dibujantes.
¿Cuándo podremos verla?
No lo sé. Las televisiones no quieren invertir y los medios no se han interesado mucho. Seguramente lo financiaremos con crowdfunding a no ser que salga algún productor loco dispuesto a ayudarnos.
¿Es la primera vez que asiste a Animac?
No, ya estuve el año pasado. Animac está muy bien, es una perla en el océano pero le falta implicación de la industria, las grandes productoras no están. Además, hice el servicio militar en Lleida y tengo mucho aprecio a los leridanos.