Lluís-Anton Baulenas refleja en ‘Amics per sempre’ otra Barcelona del 92

Lluís-Anton Baulenas (Barcelona, 1958) cree que en torno a los Juegos Olímpicos del 92 se tejió un tupido velo que impidió ver más allá. “Todo son recuerdos muy bonitos y muy felices de aquella Barcelona Olímpica, pero mi experiencia de aquellos años es que en paralelo sucedieron cosas muy graves, ya sea el inicio de la guerra de los Balcanes, en que comenzaba a morir mucha gente, o por ejemplo la denominada ‘Operación Garzón’, con muchas detenciones injustificadas, torturas en las cárceles, prisión para independentistas..., solo por si acaso, de forma preventiva”, recordó ayer en Lleida el escritor, que ha plasmado esta visión crítica en su nueva novela, Amics per sempre (Bromera), que presentó en la librería Caselles en un acto junto a la novelista leridana Montse Sanjuan. “Comencé a trabajar en el libro hace cuatro años y ahora ha coincidido con el 25 aniversario de los Juegos”, comentó Baulenas sobre una obra con la que se llevó el premio de novela Ciutat d’Alzira. Ganador de los más importantes galardones de la literatura catalana (Sant Jordi, Prudenci Bertrana, Ramon Llull, Carlemany), Baulenas asegura que “hoy las editoriales no se arriesgan como antes y hay que buscar un premio, lo que te permite ganar presencia en las librerías”. En Amics per sempre, el protagonista vive el inicio de la guerra de los Balcanes, sobrevive y supera el trauma y, al volver a Barcelona, se encuentra con el éxito de los Juegos, aunque la sombra del pasado le seguirá persiguiendo, de ahí el doble sentido del título, en referencia a la canción de Los Manolos y también a los fantasmas de la guerra. Además, la trama también se mueve por subsedes olímpicas como La Seu d’Urgell, Banyoles y Vic.