EXPOSICIÓN
Nueva vida tras la destrucción
CaixaForum Lleida inauguró este miércoles la exposición ‘Gestos iconoclastes, imatges heterodoxes’ || Incluye 19 piezas del fondo de La Caixa, el Macba, el MNAC y el Museu de Lleida, entre otros
La destrucción de las imágenes artísticas y su posterior aprovechamiento, muchas veces con manipulaciones que les cambian el sentido original. Este es el hilo argumental de la exposición Gestos iconoclastes, imatges heterodoxes, que este miércoles se inauguró en CaixaForum Lleida y que podrá visitarse hasta el próximo 23 de julio.
La muestra incluye un total de 19 piezas, cuatro de ellas cedidas por el Museu de Lleida, mientras que el resto pertenecen al fondo de la colección de ‘la Caixa’ (9), al Macba (3), al MNAC (1). A ellas debe añadirse una película de Pere Portabella, Mudanza, y una imagen de Getty Images. Según explicó el comisario de la muestra, Carlos Martín, “la exposición está pensada como un trabajo intelectual para incitar a la reflexión, pero sobre todo, quiere apelar a las emociones de los visitantes”. Con toda probabilidad, “observando la muestra será frecuente que surjan preguntas como ¿por qué se atacan ciertas imágenes?, ¿cómo se puede representar lo que se venera y denigrar lo que se rechaza?”, señaló Martín, que puso como ejemplo los constantes ataques al patrimonio en ciudades como Palmira, en Siria. Gestos iconoclastes, imatges heterodoxes muestra obras de artistas como Muzafar Ali, Valeska Soares, Ali Cherri, Pedro G. Romero, Sherrie Levine, Rogelio López Cuenca, Equipo Crónica, Lucio Fontana, Manuel Millares, Miroslav Balka, Raymond Hains y Juan Adán, además del citado Pere Portabella, cuya película plasma el desalojo de los muebles y objetos de la casas museo de Federico García Lorca en 2008. Por su parte, la fotografía de Muzafar Alí Nicho vacío de uno de los budas de Bamian tras la destrucción deja como testimonio la imagen de estos espacios ahora vacíos. La destrucción de sus budas de Bamian (Afganistan) en 2001 los ha convertido en un icono con más “prestancia” y “durabilidad” que la que tenían antes de la destrucción. Son solo dos ejemplos que ilustran cómo el ataque a una imagen no siempre es su final, sino que puede convertirse en el inicio de un nuevo significado.
Algunas piezas del Museu de Lleida
- Fragmento de Sagrada Família. Esta tabla renacentista del siglo XVI representó la Sagrada Familia y probablemente estuvo expuesta en la Seu Vella de Lleida. Iniciada la Guerra Civil, sufrió una agresión cuando se encontraba en la Academia Mariana. Perdió la figura de José, medio cuerpo del Niño y parte del rostro de la Virgen María, del que ahora es difícil adivinar su expresión.
- Fragmento de rostro de ángel. Este fragmento del rostro de un ángel (o quizás de un santo) es uno de los escasos restos reconocibles que se conservan del amplio trabajo que hizo el escultor Juan Adán en la Catedral de Lleida. Durante los primeros meses de la Guerra Civil, el fuego arrasó el edificio y destruyó todo el programa decorativo interior. Los retablos fueron fragmentados para ser quemados y seguramente este rostro se salvó en ese proceso. La expresión de su mirada ahora parece que recalque la idea de ‘imagen martirizada’.