El Museu Picasso de Barcelona descubre obras de juventud del artista

El Museu Picasso de Barcelona descubre en una exposición que podrá visitarse hasta el 2 de julio la colección de obras e intercambios que el artista malagueño hizo y protagonizó con amigos de juventud como Carles Casagemas, Santiago Rusiñol, Manuel Pallarés, Manolo Hugué y Julio González. Se trata de 31 cuadros –siete originales del propio Picasso– que el pintor del Guernica dejó en casa de sus padres antes de irse a París en 1904, que luego quedaron en manos de su hermana Lola y de la familia de su marido, y que en 1970 donó al museo en memoria de su amigo Jaume Sabartés. “Nunca antes se habían visto en conjunto”, destacó este lunes la comisaria de la muestra, Malén Gual. Las obras se distribuyen en tres ámbitos: el familiar y académico; el entorno del café modernista Els Quatre Gats; y las de aquellos artistas cuya relación trascendió el ámbito barcelonés. La academia de pintura de la Llotja se evoca en dos retratos de Picasso (en la foto): uno hecho por su compañero de pupitre Ramon Riu en el que aparece con aspecto de niño, y un autorretrato de 1896 en el que “como es habitual, Picasso aparenta más edad de la que tenía entonces”, según Gual. Cierran la muestra ocho dibujos de Julio González, con quien Picasso mantuvo amistad a lo largo de su vida.