PATRIMONIO
Una vajilla más que completa
El Museu de Lleida recibe en depósito más de 1.600 objetos cerámicos, en su mayoría platos, hallados durante unas excavaciones en la iglesia de Bellpuig || A partir de ahora se esturiarán y se catalogarán.
El Museu de Lleida ha recibido en depósito más de 1.600 objetos cerámicos, la mayoría platos (entre las partes fragmentadas y las enteras), procedentes de varias excavaciones realizadas entre 1969 y 1972 y 1998 y 1999 en la iglesia de Sant Nicolau de Bellpuig. Se trata de una colección “única y la más grande de estas características hallada hasta ahora en Catalunya”, explicó el director del Museu, Josep Giralt. A partir de ahora, el equipamiento leridano las analizará, catalogará y, tal como avanzó Giralt, también estudiarán la posibilidad de publicar un catálogo y organizar una exposición con carácter nacional en un plazo de unos dos o tres años. Las piezas fueron presentadas este jueves en el Museu de Lleida en un acto, al que, además de Giralt, asistieron, entre otros, el obispo de Solsona, Xavier Novell, el alcalde de Bellpuig, Xavier Bonjoch, quien tiene claro que al finalizar todos los estudios “la colección debería volver a su lugar original, aunque es algo que deberemos consensuar”.
En el transcurso de unas obras en la iglesia de Sant Nicolau entre 1969 y 1972 se halló un silo con un conjunto de centenares de platos de entre los siglos XVI y XIX, que primero fueron trasladados a Museu Diocesà de Solsona y después devueltos a Bellpuig, aunque algunos se quedaron en Solsona. Eran propiedad de la parroquia y del obispado de Solsona. Entre diciembre de 1998 y enero de 1999 el IEI organizó una segunda fase de excavaciones. Entonces ya se había aprobado la Llei de Patrimoni Cultural Català, que dictamina que el Cultura decide dónde se colocan los materiales de las excavaciones: un centenar se depositaron en el Museu de Lleida. La sorpresa ha sido que no se trata de 800 piezas sino de unas 1.600 entre las fragmentadas y las enteras. Se conservaban en el Convent de Sant Bartomeu de Bellpuig. Proceden de Barcelona, Banyoles, Reus, la Segarra, incluso de Cartagena y la Cartuja de Sevilla, entre otros lugares, y plasman los estilos decorativos más conocidos de sus épocas.
Platos para dar la extremaunción Todo parece indicar que la mayoría de estos platos se usaban para dar la extremaunción a los enfermos. “Las familias acercaban al cura uno de sus mejores platos para poner el aceite sagrado con el que se untaba a la persona que estaba agonizando y después, para que no fuese utilizado para nada más, lo rompía, lo llevaba a la iglesia y lo tiraba al silo”, explicó el obispo de Solsona, Xavier Novell, que añadió que “gracias a una práctica sacramental” se ha conservado un patrimonio “único”.