CELEBRACIONES BALANCE
Veinte mil visitantes en las fallas de la Alta Ribagorça
Con 1.800 ‘fallaires’ y lleno en los establecimientos turísticos
La bajada de fallas de Llesp puso fin anoche a una temporada en que esta celebración ha atraído a unos 20.000 visitantes y ha llenado los establecimientos turísticos de la Alta Ribagorça. Así lo explicó ayer el consell comarcal, que citó como ejemplo de ello los alojamientos de La Vall de Boí. En este municipio, que concentra la mitad de las fallas de la comarca (le siguen las de Vilaller y las de El Pont de Suert), la ocupación turística se ha situado entre el 90% y el 100% de las plazas cada fin de semana.
El ente comarcal señaló también que unos 1.800 fallaires han participado este año en las bajadas, sin contar las fallas infantiles, y destacó que el reconocimiento de la Unesco, que declaró estas celebraciones Patrimonio Mundial hace dos años, ha reforzado el interés del público por ellas y ha contribuido a convertirlas en un “revulsivo económico”. Desde entonces, nuevas áreas de aparcamiento y servicios de transporte como taxis y el Bus Jove han facilitado la movilidad y han permitido que núcleos de pequeño tamaño puedan recibir esta fuerte afluencia de visitantes, que este año ha sido similar a la del verano pasado.
La declaración de la Unesco ha avivado el interés por esta celebración tradicional
“Las fallas recibían ya mucho público, pero la declaración de la Unesco ha supuesto un efecto de llamada”, valoró el presidente del consell comarcal de la Alta Ribagorça, Josep Lluís Farrero, quien señaló que el elevado número de personas que visitan la comarca con motivo de las fallas “garantizan un impacto económico que es muy positivo a todos los niveles”.
En este sentido, Farrero señaló que, además de aumentar la ocupación y el gasto turístico en la comarca mientras dura la temporada de fallas, el atractivo de estas celebraciones “contribuye también a captar y fidelizar visitantes para que hagan nuevas estancias en el futuro”.