ENTREVISTA A LA ACTRIZ Y DIRECTORA DE "MATRIA"
Carla Rovira: «No sabes de qué va una obra hasta que no la haces 5 veces»
La intérprete afirma que el espectador tendrá que ir a vivir el espectáculo, no a verlo. La cita será en la nave 18 de Cal Trepat de la capital del Urgell. FiraTàrrega se celebrará entre el 7 y el 10 de septiembre.
La actriz y directora teatral Carla Rovira llevará a FiraTàrrega, los próximos días 7 y el 8 de septiembre, el espectáculo Màtria, una pieza teatral que va de la memoria privada a la memoria colectiva. Un ejercicio que empieza varias líneas de reflexión: desde la muerte a la familia, pasando por el silencio. Por ello, la intérprete afirma que el espectador tendrá que ir a vivirlo, no a verlo. La cita será en la nave 18 de Cal Trepat de la capital del Urgell. FiraTàrrega se celebrará entre el 7 y el 10 de septiembre.
Màtria habla de la memoria privada para llegar a una memoria colectiva a partir del fusilamiento de un familiar durante la Guerra Civil. Explíquenos cómo fue el proceso de creación.
Empezó hace 2 o 3 años. Se me ocurrió que podía hacer un espectáculo centrado en este caso, sin tener más noticias que el fusilamiento de mi tío Enrique. Empecé a preguntar a la familia y fue saliendo información, pero tampoco se sabía demasiado. Hasta que un día mi madre me dijo que mi tía tenía unas cartas suyas, escritas entre 1935 y 1939. Con ellas fui siguiendo el hilo de su historia y pude captar una idea que decimos mucho en la obra, y es que cuando se acaba la Guerra todo está por hacer y todo es posible, en el mejor y en el peor de los casos. A partir de aquí, empecé a preguntar más. Porque en el momento en que empiezas a leer sobre memoria histórica te das cuenta de que no es sólo los recuerdos, sino el porqué de estos recuerdos, toda la ideología que hay detrás de estos recuerdos. ¿Por qué hoy en día no se habla de todo lo que pasó? Quise dar respuesta a esto.
¿Cómo estructura esta información en la obra?
Es un espectáculo “metateatral”, es decir, se explica la obra que tenía que ser, porque tenía que ser una obra que hablara tan sólo de mi tío Enrique. En cambio, al final te das cuenta de que también va de la familia, de la memoria, de la sociedad y de las mujeres. Pero yo siempre digo que hasta que una obra de teatro no la has hecho cinco veces no sabes exactamente de qué va. Dentro de Màtria hay dos espectáculos: por una parte están las mujeres de mi familia, que primero traté solo como testimonios, pero después se me revelaron como seres que también hacían otras cosas. Por otra parte, está todo el proceso de investigación de la historia de mi tío.
¿Le ha afectado emocionalmente involucrarse en esta historia?
Leer las cartas ha sido duro, porque mi tío tenía 23 años y se me hace muy difícil de entender y aceptar que pudiera pasar por todo eso. Durante el proceso de creación de la obra llegué a la conclusión de que el capitalismo es higienista, parece que desde la aparición del 2.0 ya no sangramos, ya no hay guerras, que ya todo es limpio. Mentira. Eso sigue pasando y pasaba no hace mucho tiempo atrás. Negarlo es negar la historia. Yo creo que aquí no se ha hecho una transición, o se ha hecho de mentira. No ha habido una condena del franquismo, y eso es una salvajada. Además, algunas de las iniciativas que se han podido poner en marcha tan sólo evidencian la memoria privada, evitan la creación de una memoria colectiva. En el momento en que tú privatizas la memoria de alguien, le estás diciendo que aquello no forma parte de la historia, porque sólo es suyo. Aquí está el error.
¿Cómo se puede restituir la memoria histórica de un país a través de las artes, la justicia o la política?
Desde mi humilde ignorancia, creo que habría que revisar todas las narrativas históricas que se han hecho. Durante todo este proceso yo pensaba que sería muy interesante reunir cara a cara a dos personas con ideologías totalmente opuestas y que pudieran hacer el esfuerzo de escucharse, porque los dos forman parte de la misma historia. Mi máxima ahora mismo es representar al público, interpelarlo, que vea que aquello que estamos explicando tiene que ver con él. Creo que las artes tienen que ir hacia aquí. FiraTàrrega tiene este año como lema Participa, y yo creo que se tiene que replantear este concepto. Pienso que la participación tiene que ir más allá de levantar a la gente, tiene que consistir en sentirte parte del espectáculo, cada uno a su manera.
¿Cómo ha sido la experiencia de trabajar con su madre en el escenario?
Es muy bonito descubrir que tu madre es humana. Ella es una gran actriz y no lo sabía. Yo creo que se lo está pasando bien, más allá de todo lo que significa remover cosas familiares. Hay cosas en que nunca nos pondremos de acuerdo, como cuándo hablamos de la transición, por ejemplo, pero está siendo una experiencia muy positiva. Cuando pones a alguien no profesional en el espacio escénico creo que se produce una democratización de este espacio, te aporta una visión totalmente diferente.
¿Màtria podría adaptarse a otros conflictos? ¿Qué recorrido teatral le ve?
Adaptarla sería mucho trabajo. Sí que creo que irá evolucionando, que puede ocurrir alguna cosa más en un futuro. Yo entiendo las producciones teatrales como seres vivos, inacabados. Espero que tenga mucho recorrido, de momento tenemos actuaciones confirmadas en FiraTàrrega y en el Temporada Alta. Tenemos los pies en el suelo. Poco a poco.