Los premios Culturàlia piden más pasión por la cultura

El Teatre Ateneu de Tàrrega se llenó ayer por la noche hasta la bandera para la gala de los XX Premis Culturàlia, las distinciones del Centre Cultural de la ciudad a personas y entidades por su contribución al territorio. El director de los premios, Antoni Palou, explicó que “en estos 20 años hemos entregado 100 galardones a personas y entidades que destacan por sus valores sociales y culturales con los que ayudan al país a tirar adelante” y reivindicó “más velocidad, más estima y más pasión por la cultura”. El escenario estaba decorado con el árbol de la cultura ideado por el escenógrafo Llorenç Corbella, con un fruto, el 20, en forma de señal de tráfico por la alegría del 20 aniversario de los Culturàlia, pero como muestra de reivindicación ante el poco apoyo que recibe la cultura. El presidente del Centre Cultural, Pep Vall, apuntó que “con los Culturàlia recuperamos valores como la cooperación y la solidaridad”. Uno de los momentos más emotivos y aclamados de la noche fue cuando se entregó el galardón a título póstumo al filólogo y profesor de la UdL Joaquim Capdevila, que murió a los 50 años en septiembre. Su esposa explicó que “nos sentimos huérfanos por su pérdida, pero un premio así nos reconforta y nos hace sentir más orgullosos de haber querido a una persona de su categoría”. La periodista de Catalunya Ràdio Carme Clèries recibió el galardón de Targarí fora vila; el músico local Ramon Andreu, el premio al artista; el Museu de Guimerà-Vallsanta se llevó el galardón comarcal; y Creu Roja Tàrrega, el de la entidad. La encargada de cerrar la gala fue la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, y en primera fila se dejaron butacas vacías en recuerdo de los consellers y presidentes de ANC y Òmnium Cultural que están en prisión.