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Lluís Foix: “La aristocracia del mundo futuro vivirá en la naturaleza”
Si en La marinada sempre arriba Lluís Foix vertía su mirada hacia la época de infancia, ahora, el nuevo libro del escritor y periodista leridano habla al lector desde la voz de la experiencia. Si aquel volumen de gran éxito que publicó en 2013 –y al que siguió en 2016 Aquella porta giratòria– tenían un carácter autobiográfico, Foix firma ahora en El que la terra m’ha donat (Columna) una reflexión íntima y personal sobre su relación con la naturaleza y las estaciones del año, su forma de mirar “aquellas pequeñas cosas de la vida natural que no se encuentran en las ruedas de prensa o los comunicados políticos”. Lluís Foix (Rocafort de Vallbona, 1943) presentó ayer su nuevo libro con un acompañante de lujo, el escritor Josep Vallverdú, en un acto celebrado en la librería Caselles de Lleida. Exdirector de La Vanguardia, corresponsal en Londres durante ocho años y en Washington durante tres, Foix ha viajado a lo largo de su carrera profesional por más de ochenta países de todo el mundo enviando crónicas y análisis periodísticos. “Ahora he querido reflexionar sobre mis viajes y la forma de vivir las diferentes estaciones del año, siempre con el contacto con la naturaleza”, explicó el autor, que añadió al respecto que también “es mi modesta aportación a la actual tendencia sobre el combate contra el cambio climático”.
Foix afirmó que “siempre he tratado de mantener el contacto con la naturaleza, tanto cuando he vivido en Catalunya como cuando lo he hecho en el extranjero”, por eso el libro representa “un relato de esta intimidad con la tierra y la naturaleza”. El escritor comentó que “en las grandes ciudades se pierde este vínculo esencial con la tierra” y señaló que “en uno de los relatos del libro escribo que seguramente en el mundo futuro, la aristocracia, la clase alta, vivirá en el campo”. Sobre este cambio de paradigma, Foix añadió que “en la actualidad, las nuevas tecnologías permiten ya que cualquier persona pueda vivir en cualquier punto del mundo y siga manteniéndose conectada con la información política y social global”.
El paisaje de su Rocafort natal es evidentemente protagonista, pero el libro también repasa ampliamente otros paisajes que añora el autor y que le evocan sentimientos: desde los verdes bosques de Vermont y los grandes parques de Londres hasta el frío de 30 grados bajo cero, “pero soportable”, de Siberia.