PATRIMONIO LITIGIO
La Guardia Civil se lleva el arte del Museu ante la indignación de Lleida
Carga de los Mossos contra manifestantes en un operativo con decenas de agentes
Un gran operativo policial comandado por la Guardia Civil custodió ayer el traslado a Aragón de las obras de Sigena del Museu de Lleida, en aplicación del artículo 155. Centenares de personas se concentraron en las inmediaciones de la pinacoteca durante toda la noche y hasta el mediodía, cuando partió el convoy hacia Sigena, adonde llegó entre vítores.
Casi veinte años de pugna judicial en tribunales de Aragón, de Catalunya e incluso en el Constitucional por el arte de Sigena quedaron ayer borrados de un plumazo en poco más de diez horas. El tiempo que tardaron los técnicos del gobierno de Aragón con el apoyo de la Guardia Civil en llevarse en un camión y una furgoneta 44 piezas originarias del monasterio de Sigena, durante décadas conservadas en el Museu de Lleida. Una operación facilitada con la intervención de la Generalitat en virtud del artículo 155 de la Constitución y el visto bueno del ministro Íñigo Méndez de Vigo, ‘titular’ actual de la conselleria de Cultura.
Decenas de efectivos de la Guardia Urbana y de los Mossos d’Esquadra tomaron desde medianoche la rambla Aragó y calles adyacentes y convirtieron la Illa de la Maternitat en un auténtico fortín, con el Museu de Lleida en el centro como la sede del gran ‘tesoro’. Un auténtico ‘campo de batalla’ con decenas de policías antidisturbios y helicóptero incluido que creó expectación e indignación a partes iguales entre los que se acercaron a ‘defender’ el Museu.
El director y el equipo de la pinacoteca –acompañados del director general de Patrimonio de la Generalitat, Jusèp Maria Boya– se mantuvieron en vela desde última hora de la noche del domingo, en espera de la comitiva aragonesa. Aunque habían comunicado de forma oficial que llegarían a Lleida hacia las ocho de la mañana, los ‘visitantes’ no tuvieron tanta paciencia y aparecieron con gran escolta policial hacia las 3.30 horas de la madrugada. Siguiendo la convocatoria anunciada a través de las redes sociales, a primera hora de la mañana aumentó el número de personas en el entorno del Museu y, sobre todo, frente a la puerta del almacén donde esperaban estacionados los dos vehículos de carga para llevarse el arte. Hacia las 7.00, se presentó el alcalde, Àngel Ros, pero solo permaneció unos minutos ante los abucheos de que fue objeto por parte de los concentrados, que durante todo el día no se olvidaron de ‘corear’ su nombre de forma nada amistosa.
Un óleo ‘perdido’ se cambia por un trozo de alabastro no reclamado
La nota rocambolesca fue el traslado a Sigena de 43 de las obras en litigio, una menos de las previstas, pero con otra de ‘regalo’. El director del Museu, Josep Giralt, confirmó que un óleo dedicado a la Inmaculada, del siglo XVIII, que figuraba en el listado oficial de 44, está ‘perdido’, seguramente en las dependencias del obispado de Lleida. Giralt dijo que “cuando lo localicemos lo enviaremos a Sigena”. A cambio, el lote se completó con un fragmento escultórico de alabastro, no reclamado pero también de Sigena.