Los pesebres siguen vivos

Magraners y Ardèvol mantienen la tradición de los pesebres viventes en Ponent. Cuentan respectivamente con 54 y 24 años de historia a sus espaldas y, a pesar del esfuerzo que requiere su organización, sus impulsores siguen tirando del carro para ofrecer año tras año esta representación navideña. Magraners estrenó el pesebre la tarde de Navidad y lo cerró ayer. Más de 150 vecinos participaron en su montaje, que cumple 54 años y está considerado el segundo más antiguo de Catalunya. Su peculiaridad es que está hecho con materiales reciclados y que algunas de sus 39 escenas y cuadros incluyen música. Este año ha recuperado el número del caganer.

Por su parte, 230 figurantes inauguraron ayer el pesebre viviente de Ardèvol, en el Solsonès. Según explicó su director, Màrius Codina, se representará durante 7 días, los sábados y domingos y el día 1 de enero, hasta el próximo 14 de enero, con dos pases diarios. En total, ofrece 30 escenas y cena a base de tostadas y botifarra.