Animac abre su edición musical

Lleida se convirtió ayer en la capital mundial de la animación, dando paso a la edición número 22 del Animac con la ‘première’ de Les Quatre Estacions de Vivaldi, un proyecto japonés con el que cuatro animadores independientes ponen imagen a las partituras de Vivaldi. El público que llenó el auditorio de la Llotja disfrutó en primicia del film, que contó con música en directo de la Orquestra Simfònica Julià Carbonell de les Terres de Lleida como banda sonora. La directora del certamen, Carolina López, hizo hincapié en la novedad y apuntó que “esta noche vamos a hacer un sueño realidad, con un proyecto único que solo se ha proyectado antes en Tokyo”, mientras subrayaba con orgullo que “en este festival los creadores pueden presentar cualquiera de sus proyectos con total libertad”. Por su parte, el alcalde Àngel Ros hizo entrega del Premi d’Honor al compositor canadiense ganador de 6 Oscar, Normand Roger, y destacó que “Lleida es un referente en el audiovisual y tiene capacidad en el ámbito de la producción cinematográfica con el Centro Experimental de Cinematografia i Audiovisual de Catalunya situado en el Magical, que se complementa con la vocación musical y plástica de la ciudad”. La concejala de Cultura de la Paeria, Montse Parra, subrayó la voluntad formativa del Animac, haciendo referencia a las sesiones escolares de récord y los talleres para docentes “que tendrán una gran repercusión en las aulas”, mientras que el director del área audiovisual del ICEC, Francisco Vargas, felicitó en nombre de la Generalitat “la nueva mirada al mundo de la animación de certámenes como este”. Hasta el domingo se proyectarán 312 trabajos y entre los previstos para hoy destaca Lu over the wall, un largometraje premiado en el Festival de Annecy que narra la historia de un joven estudiante que conoce a una sirena.

"En una serie infantil tiene que haber color, aventuras y risas"

Òscar Sarramia. Ilustrador y animador de Lleida

¿Cuáles son los valores imprescindibles para una serie de animación infantil?

Nuestra máxima es que se lo pasen bien. Tiene que haber color, aventuras y risas. Si además encuentras una segunda lectura argumental, perfecto. Un valor que nos gusta especialmente es el del esfuerzo.

Tratan temas como la muerte y hechos históricos reales. ¿Es puntual?

Horaci l’inuit ocurre a finales del siglo XIX, hay elementos veraces aunque nos tomamos algunas licencias. Hay un episodio dedicado a los vikingos, otro a los marineros vascos, que llegaron hasta Groenlandia... Son trazos de realidad que me gusta incorporar de forma divertida. Y en la próxima temporada vendrán cosas todavía más locas.

Es el creador y director de la serie. ¿Se implica en todos los aspectos?

En esta segunda temporada ya nos conocemos y en aspectos como la música ya casi no me meto. Hay un codirector respecto a la animación que tiene más experiencia en el ámbito, pero la parte estética es responsabilidad mía.

Los niños cada vez usan más los iPads, ¿cómo lo encaran desde la televisión?

Horaci l’inuit se puede ver en Filmin Cat y en la web de TV3. Es básico estar online ahora mismo.

¿Son un público exigente?

Hicimos un pase para niños del primer capítulo y se reían con cosas inesperadas. Decidimos adaptar el guión a las reacciones que observamos en ellos.

¿Tiene proyectos paralelos?

Soy profesor e ilustrador. Y aunque las clases me absorben mucho, saco tiempo para un proyecto de animación que estoy preparando, para descargar tensión.

¿Y con Horaci está satisfecho?

Mucho. Es una serie low cost y con un equipo muy reducido. Además, es un producto 100% catalán de lo cual estoy supercontento.