Aragón presentará en abril un plan para la restauración de Sigena

El presidente de Aragón, Javier Lambán, anunció ayer en la inauguración de la exposición de las obras de arte de Sigena que el próximo 4 de abril presentarán el plan director de rehabilitación del monasterio, ligado a un nuevo discurso expositivo. A pesar del implícito reconocimiento de las necesidades del edificio como espacio museístico, Lambán aseguró que la sala –los antiguos dormitorios de las monjas– está “en perfecto estado de revista” y que “la humedad y la temperatura es la perfecta” para la conservación de las obras de arte. El presidente aragonés puntualizó que 12 de las 44 piezas trasladadas el 11 de diciembre desde el Museu de Lleida no se exhiben debido a su “mal estado” y afirmó que invertirán más de lo que se ha invertido hasta ahora en ellas, en un nuevo ‘mensaje’ crítico hacia el Consorci del Museu de Lleida. “Las cuidaremos tan bien o mejor del que las han cuidado aquellos que las han usufructuado hasta ahora”, añadió hurgando de nuevo en la ‘herida’ abierta el pasado diciembre. Y siguió dando leña recordando que el traslado de las obras desde Lleida –con un polémico y desproporcionado despliegue policial– fue “perfecto e impecable” e incluso criticó que “haya gente que cuando viene a Sigena se piensa que llega a un país tercermundista; les aseguro que somos gente respetuosa y cuidadosa con nuestro patrimonio”. También visitó la sala capitular –a la que no se dejó acceder buena parte de la prensa–, y que está en “perfecto estado” para acoger las pinturas del MNAC, olvidando que la jueza ha anulado la orden provisional de traslado desconfiando de las medidas de conservación de este espacio.

El alcalde de la localidad oscense critica el ‘recorte’ de las visitas Si ya el pasado diciembre lamentó el “uso partidista” del litigio por parte del gobierno de Aragón, del PSOE, el alcalde del PAR de Villanueva de Sigena, Ildefonso Salillas, se mostró ayer también crítico con el anuncio de que la exposición de Sigena solo abrirá al público los viernes y sábados. “Si empezamos el año quitando el domingo mal vamos”, aseveró, al señalar que si es una petición de la orden religiosa del monasterio –un monumento del patrimonio nacional– “no es su competencia”.