Museu y Obispado piden ver en Lleida la demanda de Barbastro

Tanto el Consorci del Museu de Lleida como el obispado de Lleida han solicitado ante el juzgado de Barbastro que el juicio por las 111 obras de arte que reclama la diócesis de Barbastro-Monzón se celebre en los tribunales de la capital del Segrià. Ambas instituciones han coincidido en presentar sendas alegaciones por una cuestión de competencia del caso, indicando que el juicio, en el caso de que llegue a desarrollarse, debe celebrarse en Lleida y no en Aragón. Cabe recordar que el obispado oscense presentó en febrero en Barbastro sendas demandas contra la diócesis leridana y contra el Museu como ‘depositario’ y poseedor, respectivamente, de las 111 obras de arte del Diocesà originarias de parroquias de la Franja. El juzgado de Barbastro admitió a trámite estas demandas a principios de este mes de marzo otorgando un plazo de veinte días hábiles a las partes para presentar alegaciones. El equipo jurídico del obispado de Lleida confirmó a SEGRE la presentación de esta cuestión de competencia, a la par con la presentada por el abogado del Consorci, defendiendo que las 111 piezas son bienes muebles que se conservan en el Museu de Lleida. Los demandantes, que lamentan la alegación de la diócesis leridana, que en diferentes ocasiones ha reconocido la propiedad aragonesa de las obras– arguyen en cambio que se trata de bienes inmuebles, propiedad de los templos de origen, dos de los cuales, Roda de Isábena y Monzón, son monumentos nacionales, y recuerdan que el código civil estipula que un juicio por bienes inmuebles se puede celebrar en el juzgado al que pertenece la propiedad y no en el del depositario.

Por su parte, el equipo de letrados del Consorci del Museu de Lleida presentó una segunda alegación, en este caso cuestionando que el juicio deba dirimirse por la vía civil y entendiendo que debería hacerlo un tribunal de lo contencioso-administrativo, ya que estas 111 obras de arte están catalogadas por la Generalitat como Patrimonio Cultural de Catalunya. Las alegaciones presentadas por el Consorci figuran en un documento de más de 200 folios.