MÚSICA CERTAMEN
Broche de oro al festival de Cervera
La octava edición del Festival de Pasqua de Cervera cerró ayer tras recibir más de 1.800 espectadores, cifra similar a la del año pasado. El director artístico, Josep Maria Sauret, se mostró muy satisfecho con el resultado y aseguró que “estos días Cervera se ha convertido en el epicentro de la música clásica catalana con la revitalización y puesta en valor de sus compositores y de sus intérpretes”. Tanto Sauret como el
alcalde de la capital de la Segarra, Ramon Royes, destacaron la importancia de la próxima edición del Festival de Pasqua, que coincidirá con el título de la capitalidad de la cultura catalana de Cervera. Para Royes, “este certamen es imprescindible para mantener vivo tanto el legado de los compositores catalanes como para impulsar y dar cobertura a nuevos creadores e intérpretes del país”. Sauret avanzó que “el Festival de Pasqua será uno de los ejes centrales de la capitalidad de la cultura”, por lo que se potenciará aún más. Sauret no se mostró preocupado por el festival de música clásica que tendrá lugar en el 2019 en Barcelona ya que “son dos proyect
os diferentes” y recordó que “para la Generalitat y la Paeria el Festival de Pasqua de Cervera es una de sus apuestas estratégicas para la promoción de la música clásica catalana”.
El festival acabó ayer por la tarde con un concierto en la iglesia de Sant Agustí al órgano Francesco Tepatti de 1895 al que dio vida el italiano Guido Iotti. Éste transportó al público del barroco a la modernidad con obras de Fray Antonio Martin i Coll, Narcís Casanoves, el padre Robert de la Riba, Ramon Carnicer y Xavier Montsalvatge. Iotti acabó su concierto con una composición propia para el festival que tituló L’O... com balla (2018). Cervera acogió el Festival de Pasqua entre el 22 de marzo y el 1 de abril con 10 producciones (siete estrenos absolutos) en 12 conciertos, más de 1.000 minutos de música en directo de la mano de más de 22 intérpretes en 6 espacios de actuación. Una de las principales novedades fue la creación de la figura del Padrí del festival, que recayó en el maestro Antoni Ros Marbà coincidiendo con su 80 aniversario.