El arte sale a las calles de Penelles

Convertir casi mil metros cuadrados de pared blanca en impresionantes murales repletos de figuras imaginativas. Con este objetivo, veinticuatro artistas procedentes de diferentes puntos del país, así como de Francia, Holanda o Bélgica, volvieron a darse cita ayer en la tercera edición del Festival GarGar y las Festes del Roser de Penelles, que hasta hoy llenará sus calles de color y de gente. “Estamos recibiendo un goteo constante de visitantes que quieren ver a los artistas pintar sus murales e incluso hablar con ellos, pues este es uno de los grandes atractivos del certamen: este feedback que se genera entre el público y artistas plásticos de primer nivel”, explicaba Olga Cortadelles, una de las organizadoras del festival que aseguró que están “desbordados” ante el éxito de esta última edición. Y es que cientos de personas se acercarán durante el fin de semana a esta población de la Noguera para fotografiar el arte urbano de sus calles y participar en los diferentes talleres de cerámica, construcción de barcos de corcho y grafiti con espray. Precisamente, las actividades lúdicas fueron ayer la estrella de una jornada en la que los más pequeños también tuvieron la posibilidad de convertirse en grandes artistas. Asimismo, otro de los platos fuertes del festival es la exposición New York Penelles, un monográfico sobre el artista francés Zeso WF que se exhibe en la Sala B. Se trata del primer artista residente del GarGar que, después de participar en la pasada edición, se trasladó desde Nueva York −donde residía− a Penelles, donde se instaló durante cuatro meses y pintó varios cuadros inspirados en el municipio. El éxito de esta iniciativa se ha prolongado a todos los meses del año y ahora se cuentan por centenares los turistas que acuden a pasear por este perenne museo al aire libre. “El pasado verano acudieron una media de trescientas personas cada domingo, sobre todo familias con niños”, explicó Cortadelles, al mismo tiempo que apuntó que “Penelles se está convirtiendo en un referente dentro del arte urbano y cada vez nos llegan más solicitudes de artistas internacionales que quieren dejar aquí su huella”.

Una máquina del tiempo en la antigua iglesia Tradición y modernidad convergen en una jornada en la que también se ambienta el mundo rural con escenografías de cómo vivían los antepasados de Penelles. Coincidiendo con las Festes del Roser, en esta ocasión el edificio de la antigua iglesia se ha convertido en una máquina del tiempo para viajar a las escuelas, los mercados y las tradiciones agricultoras del pasado.