Jorge Drexler: "La frustración es la mejor de las maestras, en el arte y en la vida"
El uruguayo presenta este miércoles en el Auditori Enric Granados su último álbum, ‘Salvavidas de hielo’, que incluye 11 temas y en el que la voz y la guitarra son los únicos (y grandes) protagonistas
Salvavidas de hielo es el último álbum de Jorge Drexler. El cantante lo presentará mañana en el Auditori en un concierto en el que volverá a recordar que es un gran escritor de canciones. No en vano su Al otro lado del río, de la película Diarios de motocicleta, fue la primera canción en castellano en ganar un Oscar de Hollywood.
Han pasado tres años desde su último CD, Bailar en la cueva. ¿Cómo ha gestado Salvavidas de hielo?
Los dos primeros años estuve de gira, y al tercero paré parcialmente. Fue cuando escribí todas las canciones. Nunca había dedicado todo un año a ello. Me levantaba, llevaba a los niños al colegio, mientras regresaba en coche ya iba pensando, y una vez en casa, trabajaba hasta que volvía a recogerlos a las cuatro. Estaba toda la mañana y mediodía solo encerrado, componiendo. Fue un proceso de producción muy intenso, productivo, pero también frustrante.
¿Por qué frustrante?
Porque la composición no es un proceso lineal. De las canciones solo se ve el resultado final, pero antes puedes pasar un buen rato ante una hoja en blanco y por cada canción, estar cuatro o cinco días dándole vueltas. En una buena semana podía tener dos o tres temas respetables. En la composición se trata, sobre todo, de tener paciencia y una gran resistencia a la frustración. Los jóvenes quizá piensen que quienes llevamos tiempo escribiendo no nos frustramos. Es al contrario, cada vez nos es más difícil para no repetirnos (ríe).
Salvavidas de hielo parece una expresión contradictoria y a la vez suena a algo efímero.
Es exactamente esto. Primero es un homenaje a lo efímero, a las cosas que te mantienen a flote, aunque sea para un tiempo breve. Segundo, es una contradicción y un juego poético. Para mí, los títulos de los discos tienen que cumplir una función poética. Es un salvavidas que flota de manera transitoria. En la vida no hay nada que no sea efímero, y las cosas mientras duren hay que celebrarlas, festejarlas.
Hijo de padre alemán, madre uruguaya, nació en Montevideo, vive en Madrid... En Movimiento canta “Yo no soy de aquí, pero tú tampoco”. ¿De dónde se siente?
Para lo bueno y para lo malo, a lo largo de los años he ido pasando por un proceso de desarraigo. Irme de Uruguay, donde crecí y me formé, me ha hecho sentir que pertenezco a muchos lugares. Es la parte buena. La negativa: una cierta angustia vital de no saber dónde quieres formar tu hogar. Pero acepto el desarragio en todas sus caras.
En Pongamos que hablo de Martínez agradece a Joaquín Sabina que le animase a venir a España.
Cambió mi vida entera. Yo trabajaba de médico, iba por otro camino. Me encantaba mi vida, pero quise probar. No me fui escapando de nada. España me recibió con los brazos abiertos y esto me motivó a quedarme.
¿Qué impulsa a cambiar la medicina por la música?
Son dos mundos completamente diferentes que me encantan. En en este sentido soy una persona muy afortunada. Nací en una familia de tradición médica, pero siempre creí que yo había venido al mundo para otra cosa más importante. Nunca me he arrepentido del cambio.
¿Qué da más miedo, no acertar un diagnóstico o un escenario?
No acertar un diagnóstico. El del escenario es un miedo diferente. Todo depende de ti. Durante mucho tiempo me negué a aceptar el paralelismo de que la música también cura, pero hoy en día estoy revisando esta negativa. Creo que, para bien y para mal, en la canción me ha quedado un impulso terapéutico de la medicina.
El disco es voz y guitarra. ¿Por qué solo un instrumento?
La certeza de que una limitación abre caminos en lugar de cerrarlos. Es importante ponerse una limitación en el acto creativo, sobre todo en el mundo impaciente en el que vivimos. La frustración es la mejor de las maestras, en el arte y en la vida. Dale a un niño o un adulto todo lo que pide y se convertirá en un monstruo. Durante la elaboración del disco, los percusionistas nos odiaban dos horas, porque la guitarra es un instrumento percutivo muy limitado. Sin embargo, al cabo de un rato descubrían matices sonoros que no habían percibido antes.
¿En el concierto de Lleida la guitarra será igual de protagonista?
El concierto será más enérgico que el disco. Los cuatro músicos del escenario usaremos la guitarra, pero también he agregado batería, un bajo eléctrico...