ARTE CONMEMORACIONES
Obras de Guinovart dialogan con el arte del Museu de Lleida
Una casulla de terciopelo de seda bordada de los siglos XV-XVIII del Museu de Lleida se “mide” con La falç Llum i Memòria de Guinovart y un relieve de alabastro del taller de Bartomeu de Robió (1360-1365). Un revestimiento de cirio pascual del XVI y tres pequeñas lámparas de época romana del Museu “hablan” con Llum d’Oli de Guinovart. O el Crist de Manyanet ‘observando’ la imponente Creu Guitarra. Son solo algunos ejemplos que pueden contemplarse en la exposición Agramuntophitecus. Guinovart, matèria i litúrgia, que se inauguró ayer en el Museu de Lleida, en el marco del Any Guinovart, y que podrá visitarse hasta el 22 de julio. Tal como explicó el director del Museu de Lleida, Josep Giralt, la exposición –coorganizada entre el equipamiento leridano y el Espai Guinovart de Agramunt– no muestra solo al artista, “sino también al poeta y al hombre comprometido política y éticamente”. Y es que la cuarentena de piezas ofrecen un diálogo entre las obras de Guinovart y objetos del fondo del museo, la mayoría de ellos nunca expuestos anteriormente, a excepción del citado Crist de Manyanet. La materia, la iconografía o las cuestiones formales o conceptuales son los aspectos que ligan las piezas entre sí conformando una relación muy especial. Pese a ello, Maria Guinovart, hija del artista, recordó que se trata de una muestra “abierta a que el espectador establezca sus propios diálogos”. No en vano, uno de los lemas de su padre, aseguró, era “yo no quiero hablar, quiero que las obras hablen por mí”.