LIBROS PRESENTACIÓN
Juan Cal: "Tenía la idea de esta novela en un cajón desde hace 30 años"
Tres años después de debutar en la novela con El exilio de Mona Lisa –una trama histórica ambientada en la época negra de la postguerra–, el director ejecutivo de SEGRE, Juan Cal, se traslada en su nuevo libro, Operación Bucéfalo, al género negro ambientado en una época histórica: la Galicia de los años 80 y 90, cuando se pasó del contrabando ‘tradicional’ de tabaco al narcotráfico de cocaína. Sin embargo, la segunda novela de Cal podría haber sido la primera. “Tenía la idea guardada en un cajón desde hace más de 30 años”, reconoció ayer el autor, nacido en Pontevedra, en la presentación de la obra en el Cafè del Teatre. Cal explicó que “por deformación profesional de periodista, para comenzar a escribir necesito siempre un título”. Y este título se le apareció en 1982, cuando de paseo por el puerto de Vigo “me impresionó un gran navío de guerra, que había sido de la armada alemana, y que se utilizó para transportar tabaco de contrabando. Se llamaba Bucéfalo y entonces me dije que de allí podía salir una gran historia”. Los avatares de la vida provocaron que no haya salido a la luz hasta ahora, publicada por Editorial Milenio.
En la presentación, Cal se rodeó de dos primeros espadas del género negro-criminal-policíaco: Emili Bayo y Montse Sanjuan. El primero, ganador del premio Crims de Tinta en 2015 con Puta Pasta, reconoció que Operación Bucéfalo “es la novela que me hubiera gustado escribir, no solo porque explota la atracción, la seducción que siente la actual sociedad por el lado oscuro, sino que también me ha ayudado a entender, por ejemplo, cómo uno de los candidatos a presidir ahora el PP se dejó retratar hace años con narcotraficantes”.
Sanjuan, autora de la saga de la sargento Anna Grimm, calificó la novela de “criminal a tope” y destacó su denuncia de la corrupción, del blanqueo de capitales y de la manipulación de la política por parte del dinero, “en una época en Galicia en la que la administración pública no ofrecía ninguna alternativa profesional a una sociedad tradicional de pescadores que pasó de sobrevivir con el contrabando al narcotráfico”. Cal recordó cómo “de joven tenía un vecino policía que por la tarde se iba a descargar cajas de tabaco, como un pluriempleo”.
El autor añadió que de hecho la novela es “la fascinación por la idea moral de que lo que resulta reprobable no es una cosa escrita sino que lo decide la misma sociedad”.