ARTE JORNADA
Deconstruyendo al Maestro de Sigena
No se sabe ni dónde ni cuándo nació. Ni siquiera cómo se llamaba. Pero una buena muestra de su obra artística la dejó en el monasterio de Sigena. Por eso ha pasado a la historia del arte como el Maestro de Sigena, uno de los pintores más enigmáticos del siglo XVI. Casi quinientos años después, también se ha convertido en uno de los más ‘polémicos’ del siglo XXI después de subastas paralizadas, tablas intervenidas judicialmente y una reciente venta internacional a un museo de Dallas con medio millón de dólares de por medio. Con estos precedentes y coincidiendo con el depósito efectuado por el Museu Nacional d’Art de Catalunya (ver desglose), el Museu de Lleida dedicó ayer una jornada de estudio a la figura y obra de este artista, con medio centenar de inscritos y las intervenciones de especialistas e historiadores.
Entre otros ponentes, la catedrática de Historia del Arte de la Universidad de Zaragoza Carmen Morte afirmó que “el Maestro de Sigena es tan singular que por eso resulta tan atractivo”, y se atrevió a vaticinar su origen: “Creo que no era peninsular”. Elena Toló (CAEM-UdL) sentenció que “el origen del artista es el gran interrogante, quizás nació en la Corona de Aragón, pero seguro que viajó por Italia y Centroeuropa”. También se trataron otros interrogantes relacionados con el monasterio de Sigena. Así, la historiadora y conservadora del Museu Carmen Berlabé repasó las transacciones de patrimonio artístico por parte de las monjas desde finales del XIX. A partir de la correspondencia mantenida con el obispado de Lleida, Berlabé ha reconstruido buena parte de las ventas de tablas, retablos, cuadros, cajas y demás piezas repartidas hoy por diversos museos y colecciones particulares, incluido el trono prioral de Blanca de Aragón, del siglo XIV, “un regalo en 1904 de las monjas al obispo Meseguer”. La espectacular silla de madera policromada preside uno de los espacios de la exposición permanente del Museu, que desde el pasado diciembre se ha quedado medio vacío tras el polémico traslado de tres cajas sepulcrales a Sigena. Berlabé mostró incluso una carta de 1994 de la priora al obispo Malla asegurándole que “el trono no estaba en depósito sino que era propiedad del Diocesà”.
La nueva tabla del Museu, ‘blindada’ ante cualquier reclamación Desde el sábado, el Museu de Lleida cuenta con un nuevo atractivo: la tabla de Jesús entre los doctores de la ley, que formaba parte del retablo mayor de Sigena y que ha sido cedida por el MNAC de Barcelona para la ‘reforma’ del espacio dedicado al monasterio, que inaugurará el próximo viernes la consellera de Cultura, Laura Borràs. El historiador del arte y conservador del Museu Alberto Velasco repasó la historia de la treintena de compartimentos del retablo mayor, vendido a trozos desde el siglo XVIII. Once tablas se quemaron en la Guerra Civil, otras se han recuperado y lucen en museos de Zaragoza, Huesca, Toledo, El Prado de Madrid, Dallas o el que el MNAC ha cedido a Lleida. “Está a salvo de cualquier reclamación pues la obra salió de Sigena antes de 1902”, dijo Velasco en alusión a que el monasterio no fue declarado monumento nacional hasta 1923.