El arte de Lleida, de luto

El pintor, grabador y muralista leridano Víctor Pérez Pallarès ha guardado los pinceles definitivamente. El artista, nacido en 1933, falleció ayer en Lleida a los 85 años de edad. Está previsto que su funeral tenga lugar hoy a las 11.15 h en la iglesia de Santa Teresita de Lleida.

Pérez Pallarès inició sus pasos en el mundo del arte en la década de los 40, cuando en 1947 se convirtió en uno de los primeros alumnos de la Escola del Cercle de Belles Arts, donde estudió dibujo con el escultor de Os de Balaguer Leandre Cristòfol. Posteriormente se licenció en Bellas Artes en Barcelona, desde donde recibió una beca del Centre Maillol del Instituto Francés para estudiar en París. En 1964 se integró en el Grup Cogul, formado por artistas como Albert Coma Estadella, Àngel Jové, Ernest Ibáñez y Albert Vives, un grupo que, pese a su corta duración, se convirtió en una referencia del arte de vanguardia leridano. A lo largo de su trayectoria, muy vinculada con el expresionismo abstracto, sus creaciones pudieron verse en exposiciones como las bienales de Sao Paulo y Alejandría o en muestras individuales y colectivas en ciudades como Madrid o Barcelona, pero también en destinos internacionales como Florencia, Lausana, Lisboa, Buenos Aires o París. En Lleida, ejerció la docencia durante más de veinte años en institutos de la ciudad. El Museu de Lleida cuenta también con obra suya, tras una donación den 2010 el propio artista que incluía sobre todo esbozos preparativos de pinturas murales. Eso sí, el equipamiento leridano que más obra conserva es el Museu Morera, centro que el mismo Pérez Pallarès dirigió entre 1975 y 1983, con casi una veintena de piezas. Además de su tarea como grabador, también sobresalió en la de muralista. En Lleida, la Paeria, la Diputación o las iglesias del Carme y de Sant Antoni de Lleida exhiben algunos de sus murales. El mundo del arte de Lleida lamentaba ayer su desaparición. Así, el actual director del Museu Morera, Jesús Navarro, le recordaba como “uno de los protagonistas de la renovación de la plástica leridana durante la posguerra”. Navarro señaló que además de su obra pictórica fue “uno de los grabadores más importantes de la postguerra dentro de lo que es el informalismo catalán”. En opinión del crítico de arte Josep Miquel García, “con él desaparece la llamada escuela de pintura de Lleida. No hay relevo”, señalaba. Una de sus últimas exposiciones individuales fue Figures, esta pasada primavera en el Espai Cavallers.