ARTES ESCÉNICAS FESTIVAL
Dansàneu, tradición y modernidad
El Festival Dansàneu vivió la noche del miércoles una puesta en escena ‘accidentada’ del espectáculo Galejar, de la compañía UNAiUNA. Tradición y modernidad toparon con el patrimonio arquitectónico de por medio. La obra, prevista en el interior de la iglesia de Sant Vicenç de Esterri d’Àneu, acabó representándose en el exterior del templo. La directora de Dansàneu, Rut Martínez, explicó a SEGRE que “fue un error nuestro, al no comprobar que la zona de la iglesia donde tenía que bailar la compañía no era de madera sino que tenía una parte del suelo en piedra”. La primera solución, ampliar la zona de baile hacia el altar, topó de inmediato con la negativa del párroco y, finalmente, se optó por ofrecer el espectáculo en la calle, con un suelo de linóleum de grandes dimensiones que se trasladó del polideportivo. En el ‘fragor’ de la improvisación, las redes sociales criticaron que el rector de la parroquia había prohibido la obra de danza. En realidad, el día anterior sí que se enfadó, porque unos operarios entraron en el templo para montar un ‘escenario’ en el altar. El sacerdote se calmó cuando la organización le explicó que se trataba de dos pequeñas tarimas para cámaras de televisión no en el altar sino en la entrada de la iglesia para grabar la obra. Cabe señalar que la segunda parte de la velada, la actuación del cantautor valenciano Carles Dénia, se desarrolló sin problemas en el interior del templo. Eso sí, más de uno recordaba cuando el obispado de Urgell impidió una obra de teatro en Santa Maria d’Àneu en 1997. Han pasado dos décadas pero el uso de las iglesias como escenario sigue levantando chispas.