TRADICIÓN EVENTOS
El festival Cruïlla se rinde al espectáculo de fuego del Aquelarre
La cultura popular se hizo un hueco en la noche del viernes en el festival Cruïlla de Barcelona. Fue gracias a la gran fiesta del fuego y la música de Ponent, el Aquelarre de Cervera, que por primera vez en sus más de cuatro décadas de historia sacó los elementos festivos de la capital de la Segarra. La fiesta se presentó con una actuación especial y única, creada para la ocasión, con 150 actores, zancudos y músicos, además de medio centenar de miembros de los Diables Carranquers de Cervera, acompañados de percusiones, grandes estructuras teatrales móviles y la implicación de todas las entidades relacionadas con la fiesta. Al acabar el concierto de Gilberto Gil, la compañía irrumpió desde varios rincones hasta el escenario, con los diablos bajando por las escaleras que limitan con la explanada del Fòrum. El espectáculo, dirigido por el responsable artístico de la fiesta, Albert Parra, fue un aperitivo del XLI Aquelarre, que tendrá lugar del 24 al 26 de agosto. Pero el montaje, que contó con música en directo compuesta por Xesco Grau, también se llevó a la Ciudad Condal con el objetivo de internacionalizar los valores y la singularidad de un corpus festiu que ya es un símbolo de la identidad popular catalana.
La segunda jornada del Caruïlla contó también con la música de Pharrell Williams, Marley, Damian o Prophets of Rage.