Arsèguel se llena de folk

El centenar de habitantes de la pequeña población de Arsèguel, en el Alt Urgell, volvieron a comprobar ayer cómo sus calles y prados se llenaban de músicos y turistas desde primera hora de la mañana hasta bien entrada la madrugada. Y es que la Trobada amb els Acordionistes del Pirineu se ha convertido en todo un clásico con gran poder de convocatoria. No en vano, se llenaron las mil sillas de la carpa para escuchar el concierto central del certamen, y no fueron pocos los que escucharon de pie o desde fuera el concierto, en el que estaba prevista la actuación de virtuosos del acordeón diatónico de 15 países diferentes. El alma mater del encuentro, Artur Blasco, explicó ayer a SEGRE que preveía que el recital durase unas tres horas, lo que implicaba acabar alrededor de la una de la madrugada, “pero a veces se nos han hecho las tres”, recordaba, antes de añadir que “el festival se ha convertido en un referente y todos los músicos quieren tocar”. Blasco también aseguró que estaba previsto que una representante del departamento de Cultura leyese una carta del ex conseller Lluís Puig, “que siempre ha estado muy vinculado a la Trobada”. Por otra parte, Blasco reveló que acababan de pactar la participación en un encuentro de acordeonistas de Siberia, “lo que es indicativo del nivel que ha adquirido el certamen a lo largo de los años”.

La 43 edición de la Trobada amb els Acordionistes del Pirineu empezó el viernes en La Seu d’Urgell, con varios conciertos. Entre ellos destacó, como es habitual, el espectáculo nocturno en los Jardins del Seminari, en el que participaron acordeonistas de doce países diferentes.