MÚSICA CONCIERTOS
Patrimonio con mucho ritmo
Dos espacios emblemáticos del patrimonio histórico y monumental de Lleida, el edificio de la Canonja de la Seu Vella y la iglesia románica de Sant Martí, se convirtieron anoche en singulares auditorios musicales para acoger dos actividades concertísticas de géneros diametralmente opuestos, la electrónica y la polifonía vocal. Así, mientras en el Turó se bailó a ritmo de techno en el recuperado festival Nit Sonora, en Sant Martí el público disfrutó del grupo coral Tornaveus presentando las canciones de su primer trabajo discográfico.
Por un lado, la sala de la Canonja de la Seu Vella se llenó de música de vanguardia y artes visuales en la sexta edición de la Nit Sonora, un evento que nació en 2009 en el seno del Centre d’Art Contemporani la Panera y que dejó de celebrarse a partir de 2014, tras la quinta edición el año anterior en el Cafè del Teatre. Desde las 20.30 horas estaban previstas seis actuaciones de dj’s y productores musicales de diversas tendencias, entre ellos los del proyecto CEE Shepherds (Centre Excursionista de l’Electrònica), al frente del cual figuran Mario Lucio y Albert Salinas, que fusionan melodías techno y ambient, y uno de los productores estatales de techno más fructíferos en la actualidad, Lluís Ribalta.
La sala de la Canonja de la Seu Vella acogió el festival Nit Sonora, que dejó de celebrarse después de 2013
Por otro lado, la acústica del templo románico de Sant Martí ‘impulsó’ las cinco voces del conjunto Tornaveus –una masculina y cuatro femeninas, dos de ellas de Ponent: Heura Gaya, de Juneda, y la leridana Ester G. Llop–, que interpretaron una selección de partituras de la tradición oral del Mediterráneo occidental. Un ambiente sonoro único para escuchar desde canciones de taberna y de labores tradicionales del campo a villancicos y coplas ‘picantes’.