ARTE ESCULTURA
Cornudella de Montsant recupera una talla barroca quemada en la Guerra Civil
El pueblo de Cornudella de Montsant, en el Priorat, ha recuperado una pequeña escultura de un arcángel originaria del retablo barroco de su iglesia, quemado durante la Guerra Civil, gracias a que lo salvó una vecina, cuya familia la ha conservado durante más de 80 años. Maria Aragonés Mas rescató la figura de entre las cenizas en 1936 y la escondió en su casa. La estatuilla permaneció oculta en esta casa de Cornudella hasta que, en los años 70, su hijo, el pintor Josep Maria Morató (1923-2006), se la llevó a su vivienda en Barcelona. Durante todo este tiempo, la figura estuvo colgada en una pared encima de una puerta sin que llamara la atención de nadie al estar “en una casa que parecía un museo, llena de curiosidades de los viajes de mi padre, de antigüedades, libros y arte”, explicó la hija del artista, Maria Elena Morató, que el año pasado averiguó el origen de la talla y decidió restituirla a su lugar original porque “era un gesto que teníamos que hacer”. El párroco de Cornudella recibió en un acto privado la figura del arcángel tras su restauración.