ÓBITOS LÍRICA
Último adiós a Montserrat Caballé
El Ave María de Schubert, Lascia ch’io pianga, de Haendel, O mio babbino caro, de Giacomo Puccini, y La Vergina Degli Angeli, de Giuseppe Verdi interpretadas por la misma Montserrat Caballé dieron ayer por la mañana la nota emotiva al funeral de la soprano. Con una gran representación institucional encabezada por la reina Sofía, el presidente del Gobierno central, Pedro Sánchez, y el president de la Generalitat, Quim Torra, y del mundo cultural, el oratorio del Tanatori de Les Corts quedó pequeño para acoger a los familiares y amigos que quisieron despedirse de la gran diva. Durante los tres cuartos de hora de la ceremonia, sencilla y sin parlamentos, su sobrina leyó una plegaria y el padre Ángel, presidente de la ONG Mensajeros de la Paz y que ofició la misa, explicó una anécdota en la que relató que en una ocasión la diva preguntó al doctor Pedro Clarós si creía que ella iría al cielo tras morir. El médico le respondió que con la gran cantidad de Ave María que había cantado a lo largo de su vida, ‘’seguro’’ que irá al cielo. Tras la ceremonia, que acabó con un largo aplauso, el tenor Josep Carreras elogió el funeral, que consideró entrañable, aunque añadió: “He echado en falta, sin entrar en polémica, que hubiera un poco más de catalán”, ya que fue íntegramente en castellano. “Ha sido la soprano más importante del siglo XX y, si había alguien que se le podía acercar, era María Callas”, dijo además de alabar su versatilidad, vocación y amor por la profesión. Por otra parte, el Gran Teatre del Liceu dedicará a la soprano un “homenaje internacional” previsiblemente el próximo noviembre.