HISTORIA MEMORIA
Revalorizar el patrimonio
La mayoría de los ayuntamientos están cada vez más concienciados de la necesidad de conservar el patrimonio y la memoria histórica. Para ello se emplean en ponerlo en valor. Buen ejemplo de ello son la recuperación de las cruces de término de Torà o de La Granja d’Escarp, entre otros. Así, el consistorio de Torà dará este mismo mes de noviembre luz verde al proyecto constructivo de la cruz de Sant Ramon que da nombre a la céntrica plaza de La Creu. En este sentido aprobará el proyecto que prevé el diseño de una cruz similar a la original gótica que fue destruida durante la guerra civil. Cabe recordar que la madrugada del pasado 1 de julio unos desconocidos destruyeron la pieza escultórica, que había sido “repuesta” en 1951 y era obra del artista Josep Riera. Se trataba de un elemento más sobrio que la original y fue declarado Bien Cultural de Interés Local en 2009. Sin embargo, las escaleras y el fuste octogonal que sostenían la cruz son los originales y no se han destruido. La nueva cruz será obra de la empresa de Solsona Pedramaties que, según comentó el alcalde Magí Coscollola, sacará el material base de una gravera de Llanera, núcleo agregado de Torà. El presupuesto de la nueva cruz será de 4.827 euros. El precio incluye el diseño y su instalación en la plaza. La escultura tendrá la misma altura que la original y se diseñará a partir de fotografías de la antigua, ya desaparecida. Según explicó el alcalde, también se pondrá un capitel octogonal inicialmente sin esculturas ni ornamentaciones por si en un futuro se decide decorar.
Por otra parte, el pleno del ayuntamiento de La Granja d’Escarp aprobó el pasado viernes iniciar los trámites para declarar Bién Cultural de Interés Local la Creu del Calvari y la ermita de Sant Jaume. La primera, aunque incompleta, es una pieza que presenta, según el informe de Chus Llavero, la presidenta del Centre d’Estudis Comarcals del Segrià, cierta calidad en la manufactura escultórica. Su informe recomienda además un estudio arqueológico del entorno, la consolidación del conjunto y la restauración de los elementos más significativos.
La ermita de Sant Jaume, un espacio emblemático de La Granja La ermita de Sant Jaume, un espacio emblemático de La Granja d’Escarp, es un edificio de planta rectangular que data de finales del siglo XVII, aunque fue ampliado en el siglo XVIII. Está formada por dos cuerpos diferenciados, uno de más antiguo correspondiente a la nave, al que se le añadió el ábside cuadrado con un contrafuerte. La nave está dividida en tres tramos por pilastras que sostienen arcos de medio punto que soportan el entramado de vigas de madera y el tejo de teja árabe. En los últimos años ha contado con varias intervenciones de restauración para preservar su conservación.