ENTREVISTA
«No me resulta difícil escribir sobre temas duros
La escritora Care Santos (Mataró, 1970) aborda la vulnerabilidad, la fragilidad de todo aquello que creemos haber construido y el suicidio adolescente en Tot el bé i tot el mal (Columna), una novela con guiños a Lleida y en cuya segunda parte Isona y Conques (donde se desplazará en breve) tendrán también relevancia. Está protagonizada por Reina, una mujer fuerte, con la vida solucionada, un buen trabajo y sueldo, que ve cómo toda su vida se tambalea a raíz de una inesperada llamada de teléfono.
¿Por qué le interesó hablar del suicidio adolescente?
Creo que todavía hoy es un tabú, aunque parezca mentira, y debería hablarse más de ello. Hay esta falsa creencia que parece que si no se habla de ello no ocurrirá. Se falsean las estadísticas y se esconde. Creo que esto es un error y que las novelas y la literatura son para hablar de aquello que no habla nadie. De todas formas me interesaba más por lo de adolescente que por lo de suicidio.
¿Le ha resultado difícil abordarlo?
No me resulta difícil hablar de temas duros, porque creo que esta es una finalidad de la literatura. También es cierto que soy madre de tres adolescentes, conozco gente que lo ha vivido y es una experiencia sobrecogedora. Evidentemente, escribes desde la emoción, sin ella no se puede escribir. Sin embargo, quería matizar que el suicidio es un tema secundario en la novela.
¿Su objetivo era hacer reflexionar sobre lo poco que cuesta romper una vida aparentemente segura?
Totalmente. En realidad la novela va de lo vulnerables que somos y cómo de frágil es aquello que hemos construido y parece tan sólido. Aquí una noticia que no llega a tragedia, sino que es un intento, que ocurre en tres segundos, te desmonta la vida. Reina era una mujer que iba sobrada, no daba explicaciones a nadie, lo tenía todo, incluso se estaba aburriendo. Por eso se lleva al amante a un viaje de trabajo, pero tras recibir la llamada de casa diciéndole que su hijo ha intentado suicidarse, se da cuenta que todo ello no tiene importancia, no ha construido nada. O que lo que ha construido se ha desmoronado en un segundo. Es una reflexión que hace en el aeropuerto, cuando intenta regresar pero no puede porque una tormenta impide que los aviones despeguen. Todo este proceso es de revisión, incluso de su propia vida. Además, la novela incluye un poco de thriller, con un acosador.
Ella reflexiona sobre ello durante casi 24 horas en el aeropuerto, que es el tiempo en el se desarrolla la novela.
Sí, he escogido el aeropuerto porque creo que no hay ningún lugar en el que nos sentimos más vulnerables. Esa sensación de que no sabes cuándo saldrás, no te informan, no tienes dónde dormir y a veces ni dónde comer. Es un horror.