El President Torra advierte en Lleida que “la vía catalana es la democracia”

En plena polémica por la vía a seguir hacia la independencia, el President Quim Torra abrió ayer en el Museu de Lleida otro camino asegurando que “la vía catalana es la democracia, la defensa en paz de lo que es mejor para los 7,5 millones de catalanes, una república digna a su servicio, que ama la cultura”. Torra puso el broche a la conmemoración del primer aniversario del polémico traslado de las 44 obras del Museu al monasterio de Sigena, hacía ayer justo un año, con Guardia Civil incluida y al amparo del artículo 155 de la Constitución. Por ello sentenció que “la lucha digna contra el expolio del arte lo es también por la libertad”, advirtiendo que “el episodio sufrido por el Museu el 11 de diciembre del año pasado solo es un capítulo de una acción mayor tejida a partir de relatos inventados para tratar de desvertebrar la sociedad catalana en su proceso hacia la libertad, que siempre será pacífico y democrático”.

El presidente de la Generalitat cerró la presentación del libro Operació trasllat, de Marga del Campo y Jordi V. Pou, con imágenes inéditas de la entrada policial al museo, en un acto que se celebró en una abarrotada sala de exposiciones temporales justo al finalizar en el exterior del edificio la concentración de la Plataforma d’Entitats Culturals de Lleida “en defensa de la colección de arte y contra el expolio”.

El director del Museu de Lleida, Josep Giralt, abrió el acto recordando que “en un día como este no hay nada a celebrar, sino reclamar que el patrimonio cultural público no vuelva a sufrir una operación de este tipo, amparándose en la ejecución provisional de una sentencia como excusa perfecta para expresar otros sentimientos que no tienen nada que ver con la gestión patrimonial”. En unas palabras entrecortadas por la emoción, Giralt agradeció “a todos los que vivieron aquellas intensas 14 horas en el museo y al entonces conseller Lluís Puig, que lo siguió desde el exilio”, y que ayer envió un correo electrónico de apoyo al Museu en tan señalada fecha. La autora del libro, Marga del Campo, rememoró los momentos vividos hace un año de “rabia, incredulidad, cansancio y tristeza ante unos hechos que no tienen que volver a pasar nunca más, ni en el Museu de Lleida ni en cualquier otro museo del mundo”.

Mientras las presidentas de la Diputación y del consell del Segrià, así como el obispo, excusaron su ausencia por compromisos de agenda, el otro patrono del museo, el alcalde de Lleida, Fèlix Larrosa, sí se sumó al acto. Cuando comenzó su discurso se vivió el único momento tenso de la jornada, con una persona que blandió en medio de la sala un cartel en el que podía leerse Violència mai és proporcional, mientras algunos pitaron la intervención del primer edil, interrumpiéndole también con gritos de “¡Libertad!”. Larrosa expresó “como leridano una enorme tristeza por el 11-D y la frustración por un proceso judicializado que la política no ha sabido resolver”, añadiendo que “no hay otro camino que el entendimiento”, aunque reconoció que “a corto plazo parece un camino muy difícil”.

El President Torra también expresó un “sentimiento de tristeza porque estamos hablando de un libro que no debería de haberse escrito nunca”. Calificó de “hecho inaudito y esperpéntico la entradas de fuerzas policiales armadas en un museo sin estar en guerra” y recordó que “incluso se ha pretendido limitar la libertad de expresión con la petición judicial para prohibir este libro, como ocurrió también con las fotos Presos políticos censuradas en Arco, que Tatxo Benet exhibió por primera vez en el Museu de Lleida”. Por todo ello, Torra insistió en que “la cultura es fundamental como herramienta transformadora y revolucionaria” y destacó que “el Museu de Lleida es uno de los grandes equipamientos culturales de Catalunya, que junto con la Seu Vella o el Museu Morera configura una Lleida muy potente culturalmente”.

Por otro lado, el candidato a la alcaldía de ERC, Miquel Pueyo, afirmó que “con la aplicación nefasta del 155, robaron una parte de la colección del Museu y pretendieron reescribir una realidad histórica innegable de vinculación con la Franja”. Pueyo participó en la concentración en el exterior del edificio junto a la diputada Marta Vilalta y la concejal Núria Marín.