Las prisas, perjudiciales para el traslado

Documentar lo ocurrido dentro del Museu de Lleida la fatídica noche del 11 de diciembre era una necesidad, tanto por cuestiones museísticas, técnicas y profesionales, como por lo “insólito” de un hecho como que agentes de la Guardia Civil entrasen armados al Museu para llevarse 44 obras originarias de Sigena, ejecutando una orden judicial provisional, y en el contexto de la aplicación del artículo 155. Ayer, justo cuando se cumplía un año, y después de que (tras una demanda, otra más) la juez autorizase su publicación, se presentó el libro Operació Trasllat. Art de Sixena (Pagès Ed.), de la historiadora del arte Marga del Campo, responsable de comunicación y relaciones externas del Museu, acompañado por 160 imágenes inéditas tomadas en el interior por el fotógrafo Jordi V. Pou y prólogo de Quim Torra. Habían pasado doce meses, pero la emoción se palpaba en el ambiente. El libro narra los hechos de aquellas 14 horas en el interior a través de las vivencias de la misma Del Campo y de sus compañeros, incluido el director, Josep Giralt, en paralelo a las imágenes de Pou. Lo hace con un lenguaje directo, claro y, aunque comedido, en sus líneas se pueden palpar e intuir las emociones, desde antes de que la Guardia Civil se presentase a las 3.31h (y no a las 08.00h, tal y como preveía el plan de trabajo) hasta que se fueron, pasadas las 14.00h. “Era necesario explicarlo”, remarcó Del Campo, que señaló que pese que los técnicos aragoneses trabajaron con profesionalidad “la consigna era hacerlo rápido y esto nunca es bueno para el patrimonio”. Giralt reveló que en algunos momentos sufrieron por las obras. “Quizá el tiempo adecuado para prepararlo habrían sido tres días”. También reveló que el juzgado de Huesca ha denegado en dos ocasiones la petición del Museu para comprobar el estado actual de las obras en Sigena, “aunque volveremos a pedirlo”. Pou señaló que “lo que pasó fue muy duro, es imposible que no salgan las fotos. A veces parece que si se esconden, los hechos no ocurrieron y no es cierto”. El libro revela aspectos como el hecho de que en el Museu “intuyeron” cuándo llegaría la Guardia Civil por algo que escuchó el guarda de seguridad en la emisora de los Mossos; que solo Pou y Laia Navarra (encargada del vídeo) tenían permitido fotografiar, mientras que del ‘bando’ aragonés todo el mundo tomaba imágenes, que les obligaron a entregar la tarjeta de imágenes, pero el Museu nunca ha visto las fotos aragonesas... En definitiva, cómo pensaban... “però què volen aquesta gent?” cuando la Guardia Civil se presentó con un “Buenas noches, venimos a ocupar las salidas de emergencia del museo”. Quizá la respuesta estará en el acta que levantó el notario. El libro ya está en las librerías. Cuesta 17,50 euros.